Trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos (TAPH) en linfoma folicular (LF)un análisis de muy largo seguimiento del registro de los pacientes incluidos en el registro español Geltamo centrado en su eficacia y la posibilidad de curación

  1. JIMENEZ UBIETO, ANA
Zuzendaria:
  1. Miguel León Sanz Zuzendaria
  2. Juan José Lahuerta Palacios Zuzendaria
  3. Carlos Grande García Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 2015(e)ko abendua-(a)k 17

Epaimahaia:
  1. José María Aguado García Presidentea
  2. Joaquín Martínez López Idazkaria
  3. Ángela Figuera Álvarez Kidea
  4. Adrián Alegre Amor Kidea
  5. Francisco Javier López Jiménez Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

Introducción y objetivo: el Linfoma Folicular (LF) es una enfermedad indolente con una historia natural prolongada, sin embargo se considera una enfermedad incurable con los tratamientos convencionales. Los enfermos con LF de alto intensificados con un trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos (TAPH) alcanzan remisiones prolongadas, pero su indicación y el mejor momento para dicho procedimiento es controvertido. Esto se debe a que cuando el TAPH se ofrece en 1ª línea se ha demostrado un beneficio del TAPH frente a la quimio o inmunoquimioterapia en términos de Supervivencia Libre de Progresión (SLP) pero no en la Supervivencia Global (SG), a los prometedores resultados del rituximab y a la incidencia de segundas neoplasias relacionadas con el TAPH. Pacientes y métodos: estudio retrospectivo de 655 pacientes con LF sometidos a un TAPH entre los años 1989 y 2007 y registrados en la base de datos de GELTAMO. Resultados: de los 655 enfermos incluidos en el análisis (edad media 57 años, varones 49.5%); 203 pacientes (31%) se trasplantaron tras alcanzar la 1ª respuesta completa (RC), 26% en 2ª RC, 5% en 3ª RC, 21% en 1ª respuesta parcial (RP), 12% en ¿ 2ºRP y 5% con enfermedad activa. El 31% al grupo de alto riesgo según el índice FLIPI; y el 40% según FLIPI 2. El 30% fueron expuestos a rituximab previamente al TAPH. La mediana de seguimiento es de 12 años desde el TAPH. La mediana de SLP y SG es de 9.5 y 19.3 años, respectivamente. Los pacientes trasplantados en RC tuvieron significativamente un mejor pronóstico (P < 0.001); y entre ellos los mejores resultados los presentaron los trasplantados en 1ª RC (SLP y SG a los 15 años del 70% y del 82%, respectivamente), con la aparición un ¿plateau¿ en las curvas de SLP y de SG a partir de los 15,9 años de seguimiento. Los pacientes expuestos al rituximab previamente al TAPH mostraron una mejor SLP (P < 0.001) y SG (P=0,02) que los no expuestos. Este beneficio fue más evidente en los enfermos intensificados con un TAPH como parte del tratamiento de rescate. El 12.5% desarrolló una neoplasia secundaria (incidencia a los 15 años del 11.28%). Los pacientes que recayeron en los 2 primeros años del TAPH y los que no se encontraban en RC a los 30 meses del TAPH presentan una peor SG. Conclusiones: El TAPH es curativo en un porcentaje elevado de enfermos con LF cuando se realiza en RC. En los pacientes trasplantados como consolidación de la recaída, el haberse tratado con rituximab previamente al TAPH, no solo no compromete la eficacia del TAPH, sino que parecen tener efectos sinérgicos La incidencia de segundas neoplasias en pacientes con LF sometidos a TAPH no es superior a la de los enfermos con linfoma que no son trasplantados. Nuevos ¿end points¿ terapéuticos como la CR 30 o la SLP a los 2 años del TAPH deberían utilizarse para evaluar la eficacia del TAPH en el LF.