Estudio de diferentes mecanismos de translocación bacteriana en un modelo de cirrosis experimental

  1. LORENZO-ZÚÑIGA GARCÍA, VICENTE
Zuzendaria:
  1. Vicente Lorenzo-Zúñiga García Zuzendaria
  2. Ramón Planas Vila Zuzendarikidea

Defentsa unibertsitatea: Universidade de Santiago de Compostela

Fecha de defensa: 2002(e)ko uztaila-(a)k 26

Epaimahaia:
  1. Jesus M. Prieto Valtueña Presidentea
  2. Arturo González Quintela Idazkaria
  3. Evaristo Varo Pérez Kidea
  4. Angel Alvarez Prechous Kidea
  5. Ángeles Castro Iglesias Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 87290 DIALNET

Laburpena

La translocación bacteriana se define como el paso de bacterias viables desde la luz del tracto gastrointestinal hacia los ganglios linfáticos mesentéticos y otras localizaciones extraintestinales sin ruptura de la pared intestinal; dicho fenómeno es frecuente en la cirrosis, y son varios los factores que favorecen su aparición: sobrecrecimiento bacteriano intestinal, alteración de la integridad de la barrera epitelial intestinal, deterioro del sistema inmune de defensa, y la malnutrición. Comprobar la utilidad de dos nuevos tratamientos: IGF-I y ácidos biliares conjugados (colisarcosina y coliglicina), que sirvan como alternativa y/o complemento al uso de antibiótico en la prevención de la translocación bacteriana, es un modelo de cirrosis experimental; ya que la descontaminación intestinal selectiva con antibióticos ocasiona la aparición de gérmenes resistentes a los antibióticos. La administración de los dos tipos de ácidos biliares conjutados (colisarcosina y coliglicina), a ratas cirróticas con ascitis produce un incremento en la secreción de bilis y modifica la composición de la misma, al tiempo que se reduce de una forma estadísticamente significativa la incidencia de translocación bacteriana, la endotoxemia y la mortalidad. Por tanto, los ácidos biliares conjugados podrían ser útiles en la prevención de la PBE en los pacientes cirróticos. La suplementación terapéutica con dosis bajas de IGF-I es capaz de reducir de una forma estadísticamente significativa la fibrosis hepática y la presión portal, tanto en ratas con cirrosis compensada como en aquellas ratas cirróticas con ascitis; en cambio, IGF-I sólo es capaz de reducir de una forma estadísticamente significativa la incidencia de translocación bacteriana y la endotoxemia en el estadío de cirrosis precoz. Por tanto, IGF-I podría ser un tratamiento en el manejo de la hipertensión portal del paciente cirrótico.