Estudio de cohortes histórico del comportamiento de injertos marginales
- Oscar Leiva Galvis Director/a
Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid
Año de defensa: 1998
- Luis Resel Estévez Presidente/a
- Gregorio Polo Villar Secretario/a
- Francisco Javier Burgos Revilla Vocal
- José Luis Rodicio Díaz Vocal
- Manuel Vicente Sánchez Chapado Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Se ha realizado un estudio de cohortes histórico para evaluar el comportamiento de los injertos marginales trasplantados en el Hospital Doce de Octubre de Madrid, entre Enero de 1989 y Diciembre de 1994, comparándolos con un control de 73 trasplantes "ideales". Se consideraron los siguientes subgrupos de injertos marginales: donantes añosos (N=57); donantes infantiles (N=43); arterias múltiples sin parche aórtico común (N=10); arterias con anomalías anatómicas o lesiones, sometidas a cirugía reconstructiva previa de banco (N=20); riñones con isquemia caliente prolongada (N=4); una serie de casos excepcionales que reflejan una filosofía tendente a no despreciar ningún órgano por criterios anatómicos: un riñón en herradura, un riñón sometido a nefrectomía parcial, un riñón con nefrectomía polar traumática, y, por último, la reutilización de un injerto previamente trasplantado, tras el éxitus del receptor inicial. Los resultados obtenidos permiten concluir que: Los donantes infantiles mayores de 12 meses son útiles para el trasplante individual, aunque los menores de 3 años y medio parecen tener una mayor tasa de complicaciones vasculares. Los donantes añosos mayores de 60 años deben ser considerados subóptimos por presentar una supervivencia del injerto significativamente inferior al control, atribuible a factores intrínsecos, relacionados con los cambios inducidos por la edad. Asimismo, este grupo presenta unas cifras de creatinina superiores al control a lo largo de todo el periodo de seguimiento, sin que se haya observado una progresión de la misma. Una forma de aprovecharlos puede ser el trasplante de dos injertos en un mismo receptor. Los injertos con anomalías o lesiones arteriales, que requieren reconstrucción previa en banco, ofrecen resultados similares al control, aunque con una mayor incidencia de estenosis de arteria renal, controlable mediante angioplastia transluminal. L