Los templarios en cintruénigo. Contribución al estudio de la orden del temple en el reino de navarra (siglo xii)
- REMÍREZ VALLEJO, SALVADOR
- Esteban Sarasa Sánchez Director
- Manuel María Medrano Marqués Director
Defence university: Universidad de Zaragoza
Fecha de defensa: 18 January 2016
- Julia Pavón Benito Chair
- Francisco José Alfaro Pérez Secretary
- Maria Bonet Donato Committee member
Type: Thesis
Abstract
La irrupción de la Milicia del Temple en el Reino de Navarra tuvo lugar en las postrimerías de la muerte del monarca Alfonso el Batallador (ci. 1133), momento a partir del cual dicha institución gozará de un extraordinario respaldo social y económico por parte de la monarquía y el sector nobiliario navarro. Con estos antecedentes y en torno a una década y media más tarde, la Orden del Temple también extendió su influjo en una de las poblaciones meridionales del Reino de Navarra como es el caso de la villa fronteriza de Cintruénigo. Mediado el siglo XII, los miembros del linaje de Los Cintruénigo ingresaron como cofrades dentro de la cofradía del Temple iniciando una estrecha interacción con la institución hasta el ultimo cuarto de la decimosegunda centuria. Tanto Pedro como su hermana Elvira de Cintruénigo, solicitaron en su ingreso en la Cofradía General quedar sepultados en dependencias del Temple, manifestando desde esta temprana fecha su absoluta predilección por esta institución hierosolimitana. En las décadas siguientes los señores de Cintruénigo y de Cortes contribuyeron significativamente con sus donaciones o interviniendo en operaciones de compraventa, al desarrollo y al crecimiento de la encomienda de Novillas, sede central del Temple en el Valle medio del Ebro. La culminación en los vínculos mantenidos con la Milicia del Temple por parte de los señores de Cintruénigo llegará en los primeros años de la década de los setenta del siglo XII, concretamente en julio de 1173, momento en que don Pedro otorga el señorío y castillo de Cintruénigo a los templarios een el que también ratifica su deseo de quedar inhumado en la encomienda de Novillas junto a su mujer María de Cortes. Por una concatenación de hechos, como son la renuncia de María de Cortes a permanecer en la fortaleza de Cintruénigo una vez que quedó viuda o la fallida posesión del castillo de Cintruénigo en manos de milites navarros por impago en la compraventa suscrita con la Milicia en marzo de 1180, se producirá la llegada de la Orden del Temple al bajo valle del Alhama estableciéndose la Milicia en la villa fronteriza de Cintruénigo como refleja la adquisición en noviembre de 1177 de un conjunto de heredades que habían pertenecido a la cofradesa Elvira de Cintruénigo. Tras una etapa en que los bienes patrimoniales de la villa estuvieron administrados desde la casa conventual de Novillas (ci. 1177-1185), el señorío de Cintruénigo será regentado por los comendadores Pedro Cognato y Raimundo de Laguarres, dignatarios oriundos del vecino territorio aragonés. Es el momento en el que Cintruénigo se constituye al mismo tiempo que Ribaforada en una una nueva encomienda templaria en el Reino de Navarra. El final de la efímera presencia del Temple en Cintruénigo fue debido a la adquisición por compra de este señorío por el caballero Rodrigo de Argaiz y Toda López de Valtierra en torno al año 1194, momento en que desaparecen de la documentación las menciones a los comendadores templarios de Cintruénigo. A pesar de la breve permanencia del Temple en la villa, la posterior representación de una cruz griega patada en los emblemas sigilares y heráldicos ha querido simbolizar la pertenencia de esta población fronteriza del Reino de Navarra a la Orden del Temple.