El símbolo de la luz en la poesía de la segunda mitad del siglo XXanálisis comparativo de autores de España y Portugal
- Martins Frias, Adriana
- Rosa Fernández Urtasun Directora
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 28 de junio de 2017
- Jaime Olmedo Ramos Presidente/a
- María Colom Jiménez Secretario/a
- Carmen María Comino Fernández de Cañete Vocal
- Antonio Sáez Delgado Vocal
- Gabriel Insausti Herrero-Velarde Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El presente trabajo propone el estudio del tratamiento del símbolo de la luz en seis poetas de la segunda mitad del siglo XX, tres españoles y tres portugueses: Claudio Rodríguez, José Ángel Valente, Andrés Sánchez Robayna, António Ramos Rosa, Sophia de Mello Breyner y Daniel Faria. Desde una perspectiva supranacional, que entiende la literatura ibérica como conjunto y que tiene en cuenta la metodología de la tematología (rama propia de la Literatura Comparada), se plantea un análisis centrado en el estudio de analogías internas que revelan sentidos (significados y direcciones) convergentes y desvelan temas propios de la poesía de esta época. Por tanto, este análisis no se dirige hacia las relaciones de conocimiento directo entre ambas literaturas sino más bien hacia el estudio de un elemento, como el símbolo, que pone su foco directamente sobre la creación artística. En concreto, se propone un diálogo entre la poesía portuguesa y española a través del estudio del símbolo de la luz, un elemento propio del material literario universal. Además, en este trabajo se compagina la perspectiva intratextual (que atiende a la relación dentro de un mismo texto) con la intertextual (que establece vinculaciones entre las obras de un mismo autor o de varios). Tras el exhaustivo análisis realizado, se observa en la poesía de todos estos autores un impulso de recuperación del símbolo como elemento que une, religa o permite un encuentro entre dos ámbitos de la realidad, uno físico y otro metafísico (visible e invisible, material o inmaterial), que permanecen en constante tensión. Los poetas estudiados señalan una conciencia de pérdida de lo sagrado en el mundo contemporáneo que pretenden recuperar por medio de la escritura poética. El símbolo de la luz da cuenta de ese impulso de religación y, a la vez, muestra el deseo constante del yo lírico de alcanzar un espacio o un tiempo por medio del lenguaje (y a pesar de sus límites). En los poemas se procura de forma recurrente aprehender esa realidad anhelada y recuperar ese momento temporal que va más allá de los límites del tiempo. Por tanto, el símbolo de la luz está ligado al descubrimiento de lo profundo de la realidad y, al mismo tiempo, a su creación. En el descubrimiento se encuentra, por un lado, el reconocimiento de la infinitud del conocimiento y la consciencia de la infinitud de lo desconocido; y por otro, la creación (la invención) de algo nuevo, de nuevas realidades que surgen y se crean como fruto de la aprehensión profunda de la realidad. Así, la luz como símbolo se mueve entre el descubrimiento, el encuentro, la sorpresa de la revelación, y la creación de algo que siempre resulta nuevo, originario y primigenio. Y que, a la vez, exige un proceso de trabajo con el lenguaje, en el que la luz actúa como ascesis. Los poetas aquí estudiados muestran una clara confianza en la palabra poética que, libre de las normas sedimentadas del discurso instrumentalizado y corrompido, se acerca al silencio, a la esencialidad o a dimensiones (como la musical o pictórica) que la llevan a espacios que ella, por sí sola, no es capaz de lograr. Por último, el símbolo de la luz, ligado al fuego y a la noche, implica un impulso amoroso de unificación del yo con un cuerpo deseado que adquiere una dimensión cósmica y trascendental. Tras un proceso de destrucción y purificación, tanto del lenguaje corrompido como del propio yo lírico, se muestra el deseo amoroso de unión con un objeto de deseo que, sin renegar de lo inmanente y corporal, adquiere cualidades luminosas y se muestra presente y ausente de forma simultánea y continuada.