Patrones morfológicos de alteración de los ventrículos cerebrales y estructuras periventriculares en IRM

  1. SAN ROMÁN MANSO, RICARDO
Zuzendaria:
  1. Antonio Jesús Alvarez-Morujo Suárez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 2016(e)ko otsaila-(a)k 10

Epaimahaia:
  1. José Manuel Riesco Santos Presidentea
  2. Carlos Lanciego Pérez Idazkaria
  3. José Luis Lanciego Pérez Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

El estudio morfológico del cerebro humano se basó históricamente en el análisis de especímenes de cadáver. Se consiguió a través de décadas una descripción detalladísima de la morfología y fisiología cerebrales basada en modelos “ex vitro”. La aparición de las imágenes humanas mediante rayos X supuso un gran avance. Se desarrollaron sistemas de estudio morfológico cerebral y de los ventrículos basados en imagen radiográfica y ventriculografía, que incluían estudios tomográficos simples, con abundante información “in vivo”. Estas técnicas requerían la inyección de aire en el espacio subaracnoideo con el propósito de reemplazar al líquido cefalorraquídeo. A partir de estos métodos se describieron medidas normales y por consiguiente se podían objetivar variaciones patológicas de la normalidad. El desarrollo de la tomografía computarizada fue revolucionario por permitir obtener un mapa completo del cerebro, con aceptable resolución y sin necesidad de invadir el espacio intracraneal. Mediante esta técnica se avanzó en la semiología de los procesos patológicos cerebrales y en la morfometría sistematizada, describiéndose numerosos índices y sistemas de medición de estructuras cerebrales. Algunos de ellos han seguido utilizándose hasta hoy. La última revolución en imagen la protagonizó el estudio humano mediante Resonancia Magnética, con una precisión y resolución inimaginables hasta ese momento. Se trataba de una técnica con precisión próxima al estudio de cadáver, con la ventaja de corresponder a modelos “in vivo”, siendo además mínimamente invasiva al carecer de radiación ionizante. En otros órganos y sistemas fisiológicos humanos se había desarrollado muy ampliamente el estudio por imagen de las alteraciones patológicas partiendo de la descripción de la normalidad y por lo tanto de la detección de cambios respecto a ella, con la consiguiente descripción de patrones. En el caso de la patología cardiopulmonar. Sin embargo no abundan los estudios que sistematicen la semiología para clasificar la patología cerebral. Nos pareció por lo tanto una materia con potencial de aportación científica.