Caracterización molecular de la anemia refractaria con sideroblastos en anillo mediante un panel de secuenciación de segunda generación
- Martín Castillo, Iván
- Miguel Ángel Sanz Alonso Director/a
- Esperanza Such Taboada Codirector/a
- José Vicente Cervera Zamora Codirector/a
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 06 de febrero de 2020
- Carlos Solano Vercet Presidente/a
- Joaquín Martínez López Secretario/a
- María Jose Calasanz Abínzano Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Los síndromes mielodisplásicos (SMD) son un grupo heterogéneo de neoplasias hematológicas que presentan citopenias, mielodisplasia, hematopoyesis ineficaz y un riesgo variable de transformación a leucemia mieloide aguda (t-LMA). Los SMD con sideroblastos en anillo (SMD-SA) constituyen aproximadamente el 10-12% de todos los SMD y en médula ósea muestran SA, eritroblastos con depósitos anormales de ferritina, en porcentaje igual o superior al 5%. El objetivo terapéutico en los SMD-SA es mejorar las citopenias y su sintomatología, en especial el síndrome anémico. La administración de eritropoyetina y el soporte transfusional con concentrados de hematíes son las opciones terapéuticas de primera línea mientras que el agente hipometilante azacitidina (AZA) puede administrarse en caso de formas más agresivas de la enfermedad. En la patogenia de esta enfermedad intervienen diversas alteraciones citogenéticas combinadas con mutaciones del ADN. El objetivo de este trabajo fue evaluar mediante una plataforma de secuenciación de última generación, la frecuencia, valor pronóstico e impacto terapéutico de las mutaciones en 40 genes en una serie de 122 pacientes con SMD-SA. En el 97% de los pacientes se detectaron mutaciones genéticas siendo las más frecuentes: SF3B1 (87%), TET2 (31%), DNMT3A (17%), JAK2 (7%), SRSF2 (5%), SETBP1 (5%), ZRSR2 (4%), EZH2 (4%) y ETV6 (4%). Las mutaciones de SF3B1 se asociaron con cariotipos más benignos y, junto las mutaciones de JAK2, determinaron un mayor recuento plaquetario. Por el contrario, las mutaciones de SRSF2 y SETBP1 se asociaron con un menor nivel de plaquetas. Se encontró también relevante que las mutaciones en SRSF2 y DNMT3A se asociaran con una mayor dependencia transfusional al momento del diagnóstico. Respecto al impacto pronóstico, las mutaciones en SF3B1 determinaron mayor supervivencia global (SG) en los pacientes con displasia unilínea, mientras que las mutaciones de SRSF2, EZH2 y DNMT3A en su dominio metiltransferasa (DNMT3A_MT) tuvieron un impacto pronóstico negativo en la SG y además las mutaciones DNMT3A_MT se asociaron con una mayor probabilidad de t-LMA. Gran parte de las mutaciones de mal pronóstico se presentaron en pacientes considerados de bajo riesgo por los índices clínicos actuales. No se encontró asociación de las mutaciones con la respuesta a AZA en los 17 pacientes de la serie (14%) que fueron tratados. La única variable asociada con una mejor respuesta a la AZA fue un menor porcentaje de SA, mientras que las mutaciones de SF3B1 y un mayor nivel de plaquetas previo a AZA se asociaron con una mayor SG de los pacientes tratados. Los hallazgos de la presente Tesis doctoral refuerzan el valor de los datos genéticos en el pronóstico e incluso en la respuesta a los tratamientos de los pacientes con SMD-SA, pudiendo en el futuro complementar a las variables clínicas en el desarrollo de nuevos índices que se aproximen en mayor medida al pronóstico real de los pacientes.