Efecto de la ingesta de alcohol y el consumo de vino sobre el desarrollo de depresión y efecto del patrón mediterráneo de consumo de alcohol sobre la mortalidad

Resumen

Los objetivos fueron estudiar la relación entre la ingesta de alcohol, el consumo de vino y la depresión, tanto en el proyecto SUN como en el ensayo PREDIMED, y estudiar la relación entre el patrón mediterráneo de consumo de alcohol y la mortalidad en el proyecto SUN. El proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) es una cohorte de graduados universitarios prospectiva y multipropósito. El ensayo PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea) es un ensayo de campo de prevención primaria cardiovascular con dieta mediterránea. Se evaluó a los participantes del PREDIMED como una cohorte. Para estudiar la relación entre la ingesta de alcohol y la incidencia de depresión en el proyecto SUN se evaluaron 13.619 participantes inicialmente libres de depresión. Como resultado de la regresión de Cox se encontró un menor riesgo de depresión en los participantes que consumían entre 5 y 15 gramos de alcohol al día en el modelo de máximo ajuste multivariable [Hazard Ratio e intervalo de confianza al 95%; HR (IC 95%) = 0,65 (0,49-0,86)]. En el análisis de splines cúbicos se encontró una relación en forma de J para el riesgo de depresión en función de la ingesta de alcohol. Además, los participantes que consumían entre 5 y 15 g/día se encontraban significativamente a un menor riesgo de desarrollar depresión. Se llevaron a cabo distintos análisis de sensibilidad y los resultados fueron consistentes con el análisis principal en los distintos escenarios planteados. En el estudio PREDIMED se evaluó a 5.505 participantes. Se recogió de la misma manera la ingesta de alcohol, el consumo de vino y la incidencia de depresión, pero con medidas repetidas anualmente del CFCA. Los participantes que consumían 5-15 g/d se encontraban a un menor riesgo de depresión, tanto en el análisis de regresión de Cox [HR (IC 95%) = 0,72 (0,53-0,98)] como en la ecuación de estimación generalizada (análisis de medidas repetidas) [RR (IC 95%) = 0,69 (0,50-0,96)]. En el análisis de splines cúbicos se encontró una curva en forma de J para la relación dosis-respuesta entre la ingesta de alcohol y el riesgo de depresión. Además, los resultados fueron consistentes prácticamente todos escenarios planteados en el análisis de sensibilidad. Por otra parte, los participantes que consumían entre 2 y 7 copas de vino a la semana también se encontraron a un menor riesgo de depresión, en comparación con la abstención, tanto en el análisis de regresión de Cox [HR (IC 95%) = 0,68 (0,47-0,98)] como en el análisis de medidas repetidas [RR (IC 95%) = 0,57 (0,40-0,79)]. Por último, en el proyecto SUN, se diseñó un patrón de consumo de alcohol mediterráneo (PMCA) considerando 7 aspectos del consumo de alcohol: el consumo moderado, distribuido en la semana, preferencia por el vino, preferencia por el tinto, bajo consumo de destilados, consumo con las comidas y evitar los excesos. Se construyó una puntuación que iba desde 0 hasta 9 puntos. Una mayor conformidad con el PMCA se asoció a un menor riesgo de mortalidad [HR (IC 95%) para el incremento en 2 puntos = 0,75 (0,62-0,89)]. Esta tendencia se mantuvo en distintos estratos de consumo de alcohol. Esto indica que el beneficio de adherirse a este patrón es independiente de la cantidad de alcohol consumida. Además, los abstemios también se encontraron a un mayor riesgo de mortalidad en comparación con el máximo grado de conformidad con el PMCA. Sin embargo, estudiando las causas de fallecimiento por separado encontramos un menor riesgo de mortalidad cardiovascular y no cardiovascular ni oncológica en los que se adhieren al PMCA en comparación con la abstención, pero no para mortalidad oncológica, lo cual lleva a no recomendar a los abstemios el inicio en el consumo de alcohol como medida de precaución. En conclusión, la ingesta moderada de alcohol (5-15 g/día) y especialmente de vino (2-7 copas/semana) reduce el riesgo de depresión, y el consumo de alcohol alejado del PMCA y la abstención se asocian a un mayor riesgo de mortalidad.