Mercedes y recompensas como propaganda y legitimación de la reina gobernadorala gaceta de Madrid, 1833-1840
- Bartolomé Navas, Daniel
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 24 de enero de 2014
- Javier Donézar Presidente/a
- María del Mar Larraza Micheltorena Secretaria
- Pedro Víctor Rújula López Vocal
- Coro Rubio Pobes Vocal
- Pablo Pérez López Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Tras el fallecimiento de Fernando VII, entre octubre de 1833 y junio de 1840 -superando el Convenio de Vergara suscrito en agosto de 1839-, se desarrolló en España la denominada por la historiografía Primera Guerra Carlista. La postura liberal, defensora de la causa de la Regente M.ª Cristina de Borbón y de su hija la reina Isabel, y la absolutista, representada por los partidarios del infante D. Carlos María Isidro de Borbón ¿tío de la pequeña reina Isabel-, se enfrentaron por ocupar el trono y el gobierno de España. Sin embargo, la defensa de cada causa manifestó la intención de gobernar el país con un sistema político y económico distinto acorde con su ideario. En el ámbito premial, la situación de expectación política generada en el inicio de la Regencia de la Reina Gobernadora en octubre de 1833, la consiguiente búsqueda de apoyos en el interior del Estado y en el escenario internacional, y el contexto de guerra civil en el que se desarrolló su Gobierno, tuvieron su reflejo en la ingente cantidad de condecoraciones que se otorgaron. En estas circunstancias, el uso de la prerrogativa real de concesión de mercedes, como manifestación pública de legitimidad de la soberanía regia de la Reina Gobernadora frente a las prerrogativas reales asumidas y ejercidas por D. Carlos como Carlos V, se convirtió en una herramienta propagandística de vital importancia para la Corona como institución del Estado liberal. A través de las mercedes de título de Castilla y las grandes cruces concedidas, la Regencia encontró las lealtades necesarias en el interior del reino y en Europa que ayudaron a la victoria y consolidación de la causa isabelina y liberal en España. Con este objetivo, el papel de la Gaceta de Madrid, como vehículo y altavoz propagandístico de legitimidad de la Regencia de Mª Cristina de Borbón, ayudó a que los súbditos/ciudadanos españoles, a través de las diversas noticias, partes de guerra y disposiciones normativas publicadas en sus hojas, tuvieran presente a la Reina y a su causa de manera diaria en sus casas. La Gaceta, como boletín oficial, fue un elemento necesario para conformar una opinión pública favorable al gobierno de Madrid y a los valores que se querían exaltar frente a la propaganda carlista. Por su diaria elaboración y difusión, la Gaceta sustituyó y superó con creces la cobertura comunicativa expresada por otros elementos propagandísticos más simbólicos como los monumentos públicos erigidos en las villas y ciudades como expresión de referencia representativa de la soberanía regia y del nuevo régimen constitucional. Las mercedes y recompensas seleccionadas que aparecieron en el ¿temario¿ de noticias publicadas ayudaron a mostrar a la opinión pública las virtudes y modelos que debían ser imitados a favor de la causa nacional. Del mismo modo, acercaron a la Corona a identificarse con los valores liberales que habían sustentado su causa frente al carlismo, siendo los principios que, diez años antes, habían representado la lucha frente al régimen absolutista regido por Fernando VII. Finalmente, y debido a la victoria de los postulados más progresistas en el partido liberal, la incuestionable soberanía real española tuvo que asumir la consolidación de la soberanía nacional elevada a rango constitucional y, por lo tanto, reconocer la aparición de un nuevo dador de recompensas en la figura de las Cortes del reino. Así, la prerrogativa regia de concesión de mercedes pasaba también a ser una prerrogativa nacional.