Encarnación y Epéctasis en el comentario de San Gregorio de Nisa al Cantar de los Cantares

  1. Talos, Marius Anton
Dirigida por:
  1. Santiago Arzubialde Director/a

Universidad de defensa: Universidad Pontificia Comillas

Fecha de defensa: 23 de mayo de 2013

Tribunal:
  1. Fernando Rivas Rebaque Presidente/a
  2. Francisco José López Sáez Secretario/a
  3. Santiago Arzubialde Vocal
  4. Marcelo Merino Rodríguez Vocal
  5. Albert Viciano Vives Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 348212 DIALNET

Resumen

El principal objetivo de este trabajo ha sido demostrar que la doctrina nisena de la epéctasis desplegada en su Comentario al Cantar de los Cantares se entrelaza inseparablemente con la de la encarnación a partir de una perspectiva bíblica y teológica. Ni el poema bíblico ni su interpretación patrística son una mera alegoría, sino que ambas celebran el desposorio real de Dios con la humanidad, de acuerdo con el designio eterno, la economía del misterio, y la naturaleza absolutamente trascendente e Infinita del Ser divino. En concreto, la articulación del proceso de divinización del ser humano el Niseno la desarrolla siguiendo el modelo paulino de Flp 3,12-14, cuyos cinco pilares quedan agrupados en dos binomios de carácter antitético: uno teológico (arché¿télos) y el otro antropológico o ascético-místico (olvido-epéctasis). Dos binomios entorno al quinto pilar que constituye el eje central de todo el sistema, el de la ¿Infinitud esencial¿ de Dios reflejada en la ¿infinitud potencial¿ inherente al dinamismo trascendental del espíritu (????) humano. A partir de este paradigma hermenéutico san Gregorio de Nisa interpreta el Cantar de los Cantares como la historia continuada, de amor y salvación a la vez. La esposa, que representa tanto a la persona humana como a la comunidad eclesial, no se puede salvar sin amar; y su amor consiste en lanzarse hacia adelante en una carrera inagotable (epectática) en pos de Aquel que previamente le ha alcanzado afectiva y efectivamente por medio de su filantropía descendiendo hasta el límite de la humildad de la carne. La consecuencia fundamental de esta original articulación nisena de la encarnación con la epéctasis supone una corrección de la procesión plotiniana en el itinerario del alma hacia la comunión con el Uno. Dos dinamismos inseparables que a su vez son la condición de posibilidad de la aproximación de la naturaleza humana al misterio del Dios hecho hombre. Si la venida del Verbo eterno en la carne se encuentra en el origen como fundamento de la divinización, el hombre y la Iglesia, por la configuración existencial con la humanidad de este Verbo encarnado, se encaminan a lo largo del itinerario de la vida hacia su destino definitivo. Dinamismo que incluso continuará después en la eternidad con el fin de una participación siempre inagotable y más intensa en la vida del misterio trinitario de Dios, Luz indeficiente, por la misma condición de su misma Infinitud. De manera que, según la mente del Niseno, se puede afirmar que el proceso infinito de la epéctasis no tiene otra finalidad que la constitución del pléroma en la perfección del cuerpo místico del Verbo eterno encarnado, que se consuma en el desposorio de este (el Esposo) con la condición humana (la esposa).