Las infraestructuras culturales para la difusión de las artes escénicas en Navarra. El modelo de Casa de Cultura
- Gordejuela Hierro, Iñaki
- Juan José Pons Izquierdo Director
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 10 de febrero de 2016
- Carmen Jusué Simonena Presidente/a
- María Camino Barcenilla Tirapu Secretario/a
- Dolores López Hernández Vocal
- Javier Itúrbide Díaz Vocal
- Juan José Calvo Miranda Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El reconocimiento, desde mediados del siglo XX, del derecho a la cultura y su puesta en práctica a través de políticas desarrolladas por buena parte de los países del mundo desarrollado, generó un panorama novedoso en cuanto a la necesidad de nuevas infraestructuras culturales. Tradicionalmente, el acceso a la cultura había estado limitado a aquellos pocos intelectuales e investigadores que hacían uso de los museos, los archivos y las bibliotecas. En el ámbito de las artes escénicas, los grandes teatros y auditorios estaban igualmente al alcance de muy pocos. Las primeras políticas culturales propugnaban la democratización cultural, es decir, el acceso a los productos y servicios culturales en condiciones de igualdad. Obligaron a los estados a la construcción de equipamientos denominados de proximidad, por su vocación fundamental de cercanía al ciudadano. Este proceso también se dio en Navarra, al igual que en el resto de España. La Comunidad Foral venía realizando desde los años 40 del siglo XX una gran labor en materia de difusión cultural, gracias al trabajo de la Institución Príncipe de Viana. Sin embargo, también venía experimentado un cierto desequilibrio en lo referente a infraestructuras culturales: bien dotada de museos, archivos y bibliotecas, se encontraba, sin embargo a la cola de las comunidades españolas en equipamientos de proximidad. A partir de mediados de los años 90 del siglo XX, Navarra acometió un ambicioso plan de construcción de equipamientos de proximidad, a los que denominó casas de cultura. Estas nuevas infraestructuras contaban con un espacio escénico y una sala de exposiciones como ejes vertebradotes de su actividad. Se trataba, por tanto, de un modelo que apostaba especialmente por la difusión de las artes escénicas. Entre el año 1996 y el año 2015 se construyeron en Navarra 35 casas de cultura, promovidas por la iniciativa municipal y con el apoyo económico del Gobierno de Navarra. Al final de este período Navarra se situaba a la cabeza de las comunidades españolas en número de casas de cultura por habitante, con espacios escénicos suficientemente adecuados. Después del esfuerzo constructivo, se puso el objetivo en la rentabilización de estos espacios, de manera que pudieran acoger de manera continuada espectáculos de calidad. Para ello los ayuntamientos comenzaron a actuar de manera coordinada, mediante la creación de la Red de Teatros de Navarra.