Relación de la perimetría de duplicación de frecuencia con las nuevas tecnologías de análisis de la capa de fibras nerviosas de la retina en el glaucoma

  1. FUERTES LAZARO, MARIA ISABEL
Zuzendaria:
  1. Antonio Ferreras Amez Zuzendaria
  2. Luis Pablo Julvez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 2010(e)ko urria-(a)k 29

Epaimahaia:
  1. Francisco M. Honrubia López Presidentea
  2. Justo Arines Piferrer Idazkaria
  3. Julián García Feijoo Kidea
  4. José M. Martínez de la Casa Kidea
  5. Javier Moreno Montañés Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 299623 DIALNET

Laburpena

El glaucoma es una neuropatía óptica crónica progresiva, de posible origen multifactorial, en la que tienen lugar una serie de cambios morfológicos en la papila y en la capa de fibras nerviosas de la retina (CFNR), que se acompañan de defectos característicos en el campo visual. En general, no da síntomas ni signos de alerta hasta estadios avanzados de la enfermedad, momento en el que existe un elevado riesgo de evolución a la ceguera irreversible. Esta circunstancia condiciona que la única actitud preventiva sea la detección de los cambios característicos en las fases incipientes de la enfermedad para poder realizar un tratamiento y seguimiento adecuado de la misma. El estudio funcional del campo visual es una de las piezas claves del diagnóstico del glaucoma. La perimetría automatizada convencional (PA) sigue siendo la prueba de referencia para clasificar a un sujeto como glaucoma en la mayoría de los estudios. Sin embargo, este tipo de perimetría puede detectar el daño glaucomatoso en una fase relativamente avanzada de la enfermedad. Por ello se han desarrollado técnicas de estudio perimétrico, como la perimetría de duplicación de frecuencia (PDF) que, mediante el estudio selectivo de subpoblaciones neuronales, tratan de detectar el daño glaucomatoso antes de que se manifieste en la PA. Para el diagnóstico del glaucoma a nivel estructural se han desarrollado diversas técnicas que permiten evaluar el estado de la cabeza del nervio óptico (CNO) y de la CFNR. El tomógrafo de coherencia óptica (OCT) o el polarímetro láser (GDx), permiten realizar estudios objetivos y cuantificar los cambios que tienen lugar en el transcurso de la enfermedad. A pesar de que todas estas estrategias de diagnóstico estudian de forma separada los cambios morfológicos y las pérdidas funcionales, se ha comprobado que dichas alteraciones no evolucionan de forma independiente, sino que su curso discurre de forma paralela. Pero en la actualidad, no se dispone de una herramienta diagnóstica que estudie de forma conjunta el daño funcional y el daño estructural en el glaucoma. Por este motivo, es de suma importancia desarrollar estudios que ayuden a entender mejor cómo se relacionan los cambios morfológicos con las anomalías en el campo visual.