El urbanismo de la ciudad de pamplona entre los siglos VII a.c. y VIII d.c.

  1. Garcia-Barberena Unzu, María
Dirigida por:
  1. María Jesús Pérex Agorreta Director/a
  2. Javier Andreu Pintado Codirector

Universidad de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 10 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. María Ángeles Mezquíriz Presidente/a
  2. Juan José Pons Izquierdo Secretario
  3. Romana Erice Lacabe Vocal
  4. Julia Pavón Benito Vocal
  5. María del Mar Zarzalejos Prieto Vocal
Departamento:
  1. (FFL) Historia, Historia del Arte y Geografía

Tipo: Tesis

Teseo: 121765 DIALNET

Resumen

El objetivo del estudio comprende el análisis de la génesis y evolución urbana de la antigua ciudad de Pompelo, a la luz de los resultados obtenidos en las intervenciones arqueológicas realizadas en esta ciudad. Desde que en 1978 M. A. Mezquíriz publicara el Pompaelo II, los trabajos publicados con aportaciones al urbanismo de la ciudad de Pompelo han sido realmente escasos. Sin embargo en los últimos años se ha intervenido en la práctica totalidad de las calles del Casco Histórico de la ciudad, por lo que se hacía necesario un amplio estudio que con los nuevos datos, unidos a la revisión de los antiguos, permitiera conocer de forma más precisa el urbanismo de una ciudad que, sin ser una gran urbe, alcanzó un grado de romanización elevado. Las fuentes primarias del trabajo son las excavaciones arqueológicas realizadas en la ciudad que se dividen en tres tipos de intervenciones: - Las realizadas por G. Trama, dirigidas por Mercedes Unzu y María García-Barberena entre los años 1992 y 2015, en las que los resultados se encuentran bien contextualizados estratigráficamente mediante el método Harris. Además los estratos y estructuras han sido georreferenciados en SIG y CAD y se han realizado unos pormenorizados inventarios de materiales. - El segundo tipo de intervenciones son las llevadas a cabo por M. A. Mezquíriz durante la segunda mida del siglo XX. Se trata de excavaciones en las que se presenta un buen contexto estratigráfico y un detenido análisis del material arqueológico. - Por último, contamos también con las intervenciones realizadas por la Comisión de Monumentos durante el siglo XIX, de las que únicamente poseemos someras noticias, sin contextos estratigráficos y cronológicos precisos. El estudio de todas estas intervenciones, a pesar de que en ocasiones han ofrecido visiones muy parciales, debido a la idiosincrasia propia de la Arqueología Urbana, ha permitido documentar de forma suficiente el subsuelo de la ciudad aportando nuevos datos que nos permiten matizar, y en algunos casos corregir, las interpretaciones que hasta ahora se venían asumiendo sobre el urbanismo y la morfología de la ciudad de Pamplona entre los siglos VII a. C. y VIII d. C. El periodo cronológico elegido se justifica con la dinámica propia del estudio de la Arqueología Urbana. Los principios rectores de esta disciplina quedaron expuestos por primera vez por Martín Biddle en 1970 en su obra The Future of London’s Past. En síntesis estos se resumen en la concepción de la ciudad como un yacimiento único y en la no priorización de un periodo histórico sobre otro a la hora de recuperar los datos mediante la excavación. El estudio de la transformación de la ciudad, entendiendo la misma como una realidad histórica de larga duración -como la definía Fernand Braudel-, únicamente es realizable desde una óptica cronológica de gran amplitud como la que se presenta en este trabajo. La horquilla temporal elegida responde a aquellos periodos en los que la arqueología es la fuente principal para el estudio de la morfología urbana de la ciudad. El urbanismo de Pamplona es bien conocido a partir de los siglos XI y XII, gracias a las fuentes documentales. La arqueología se ha mostrado como una herramienta muy útil a la hora de fijar con precisión las ubicaciones exactas de diversos edificios y trazados urbanos conocidos por la documentación, las técnicas de construcción y los modos de vida de aquellas épocas. Pero son pocos los casos en los que ha desvelado datos totalmente novedosos sobre el urbanismo de la ciudad. Por tanto es en los primeros siglos de nuestra Historia donde la arqueología resulta definitiva, al ser la única disciplina capaz de aportar nuevos datos sobre la forma urbana. Es por esto, por lo que el trabajo se centra precisamente en ellos, desde el inicio del poblado de la edad del Hierro en el siglo VII a.C., hasta la llegada del Islam en el siglo VIII d.C.