La educación esotérica del filósofo como filosofía en Leo Strauss

Laburpena

Desde la antigüedad clásica las reflexiones referentes a la educación estaban expresadas en los escritos políticos, como lo manifiestan Platón y Aristóteles en los libros donde tratan el tema. Con lo cual, todo estudio filosófico en educación debe elaborar primero una investigación sobre la filosofía política. Profundizar en la búsqueda de una estructura racional que valore la verdad filosófica como fuente de la política y descubra la expresión política de la filosofía, le devolvería a la pedagogía el carácter que ha perdido con la evolución de la vida moderna. Por esto, la elaboración de un conocimiento así propiciaría el reencuentro del pensamiento contemporáneo con la auténtica tradición de la filosofía política clásica. El hecho de explorar el porqué de la crisis actual de pensar filosóficamente lo político y la carencia de un referente pedagógico para formar a los filósofos determinó la selección de un autor, cuya trayectoria intelectual entroncara con la tradición clásica y con fuentes teológico-políticas de la cultura occidental. Dicho pensador debería ser al mismo tiempo una voz combativa contra el relativismo dominante en la política como en los ambientes universitarios. Por esto, la elección recayó en Leo Strauss. Uno de sus logros fundamentales consistió en volver a poner en primer plano del debate académico la noción de lo esotérico como expresión de vida filosófica y el principal valor en la vida política. Esto significa, devolverle a la filosofía su naturaleza política. Así lo demostró al insistir en que lo propio de los estudios sobre filosofía política era buscar en los grandes sabios sus textos más filosóficos las ideas políticas y en sus obras más políticas las ideas filosóficas. Los estudios straussianos sobre lo político de la filosofía dan la oportunidad de profundizar en las claves para comprender la fe judía y la razón griega, como verdades legisladoras y políticas. En esta línea, lo esotérico es una arte de leer y escribir que busca entender el autor como el mismo se entendió; leyendo judaicamente lo griego, socráticamente lo judío. Lo cual significa, que la educación esotérica es un manual de formación para demostrar que otra secularización de la fe es posible, si comprendemos que existe una Ilustración Clásica y una Ilustración Moderna.