La redención de penas en el Valle de los Caídos / Alberto Bárcena Pérez; directora María Saavedra Inaraja.
- Bárcena Pérez, Alberto
- María Saavedra Inaraja Director/a
Universidad de defensa: Universidad CEU San Pablo
Fecha de defensa: 23 de enero de 2013
- Alfonso Bullón de Mendoza Gómez de Valugera Presidente/a
- José Luis Orella Martínez Secretario/a
- Javier Cervera Gil Vocal
- Alvaro Ferrary Ojeda Vocal
- Francisco J. Paredes Alonso Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La redención de penas por el trabajo fue una figura jurídica creada por Francisco Franco en plena Guerra Civil y desarrollada durante el primer franquismo mediante una larga serie de disposiciones ¿más de quinientas- que buscaban dos objetivos principales: en primer lugar, la reducción de la numerosa población reclusa originada como resultado de la propia guerra, sin necesidad de recurrir a una amnistía considerada injusta ante la gravedad que adquirió el fenómeno de la delincuencia durante aquellos años; y además, la reinserción del preso en la sociedad a fin de recuperarle para la convivencia y normalizar la vida social cuanto antes. A pesar de haber sido denostada frecuentemente por la historiografía adversa al franquismo, lo cierto es que representó una serie de ventajas considerables para quienes se acogieron al sistema. Empezando por la reducción de sus condenas, que llegó a verse aminorada hasta en una sexta parte de lo establecido por la sentencia, y continuando por los jornales percibidos, que se han presentado como míseros siendo así que fueron similares a los percibidos en la época por los trabajadores libres de la misma capacitación profesional. En ningún lugar las ventajas fueron tan notorias como en el Valle de los Caídos, donde los reclusos que participaron en las obras, tuvieron que solicitarlo en el patronato creado al efecto en el ministerio de Justicia, a fin de gestionar los destinos de los penados acogidos a la redención de penas. Se emplearon en los mismos trabajos que los libres, con idénticos horarios y en similares condiciones laborales; y como ellos, cobraron aparte sus horas extraordinarias y sus destajos que también computaban a efectos de reducción de condena. Muchos llevaron allí a sus familias que permanecieron en aquellos poblados obreros hasta el final de las obras, cuando los antiguos reclusos habían alcanzado ya la libertad varios años antes, aunque eligieron permanecer trabajando en los mismos o diferentes empleos, pero sin dejar el Valle. Se les indemnizó al terminar la construcción y se les facilitaron viviendas en Madrid. En definitiva, cabe señalar que las fuentes ¿concretamente, la documentación contenida en el fondo <Valle de los Caídos> del Archivo General del Palacio Real de Madrid- contradice toda una serie de tópicos sobre los presos trabajadores en el Valle de los Caídos, que, en su conjunto, han llegado a construir una auténtica leyenda negra en torno al monumento.