Enfermedad tromboembólica venosa y edadResultados del Registro Informatizado de Enfermedad Tromboembólica (RIETE)

  1. Lacruz Escalada, Beatriz
Dirigida por:
  1. Gregorio Tiberio López Director/a

Universidad de defensa: Universidad Pública de Navarra

Fecha de defensa: 19 de febrero de 2021

Tribunal:
  1. Jorge Augusto Quiroga Vilas Presidente/a
  2. Juan Manuel Casas Fernández de Tejerina Secretario/a
  3. Ramón Lecumberri Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La enfermedad tromboembólica venosa (ETV) incluye el embolismo pulmonar (EP) y la trombosis venosa profunda (TVP). La incidencia de ETV aumenta con la edad y la recurrencia, el sangrado y la mortalidad durante el tratamiento puede diferir en los diferentes grupos etarios. Los pacientes centenarios y muy jóvenes son escasamente representados en los ensayos clínicos con tratamiento anticoagulante, por lo que desconocemos las complicaciones de la enfermedad y del tratamiento en estos grupos de edad. Utilizamos datos del registro RIETE para evaluar las características clínicas, los factores de riesgo y los resultados durante el curso de anticoagulación en pacientes con ETV de ≥ 100 años y 10-24 años. Posteriormente se han analizado los datos y se han publicado dos artículos, "Tromboembolismo venoso en centenarios" y "Tromboembolismo venoso en adultos jóvenes". En resumen, nuestro estudio en centenarios revela que la anticoagulación estándar induce sólo un mínimo efecto secundario, mientras que los resultados negativos de la ETV en centenarios siguen siendo extremadamente serios, ya que el riesgo de morir de EP supera al riesgo de sangrado. Por tanto, nuestros datos apoyan el uso de terapia anticoagulante a dosis plenas en esta población. Por otro lado, en la mayoría de los pacientes jóvenes con EP las características clínicas basales pueden dificultar el diagnóstico precoz y la estratificación de la EP. Durante la anticoagulación, las mujeres tuvieron tasas similares de recurrencias de ETV y hemorragia mayor, pero en los hombres el riesgo de recurrencias de ETV supera el riesgo de sangrado. Estas diferencias probablemente no se debieron al género en sí, ya que desaparecieron después de ajustar por posibles factores de confusión.