El papel de la hipoxia nocturna y las apneas en el cáncer de pulmón.
- Luis Miguel Seijo Maceiras Director
Universidad de defensa: Universidad Autónoma de Madrid
Fecha de defensa: 10 de septiembre de 2020
- Francisco García Río Presidente/a
- Germán Peces Barba Romero Secretario/a
- Miguel Ángel Martínez García Vocal
- J. M. Marín Trigo Vocal
- Olga María Mediano San Andrés Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción Existe un creciente interés científico en una potencial relación entre las apneas de sueño y el cáncer. A juzgar por la evidencia de los últimos años parece que la hipoxia juega un papel importante en este vínculo, aunque existen escasos datos acerca de cánceres específicos. El objetivo principal de nuestra investigación es conocer si existe relación entre las apneas, la hipoxemia nocturna y riesgo de padecer cáncer de pulmón. Material y método Se diseña un estudio para conocer la prevalencia de SAHS e hipoxemia nocturna en personas con un hábito tabáquico intenso incorporadas a un programa de cribado de cáncer de pulmón mediante realización de poligrafía respiratoria domiciliaria. Paralelamente se diseña un estudio de iguales características en un grupo de pacientes no seleccionados con cáncer de pulmón de reciente diagnóstico. Finalmente se comparan los casos y controles utilizando una técnica de emparejamiento por puntaje de propensión para analizar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Resultados La prevalencia de SAHS moderado/grave es elevada en los pacientes del grupo de cribado, pero inferior a la encontrada en pacientes con cáncer de pulmón (41% vs 50%). La hipoxemia nocturna medida en T90 también es más llamativa en pacientes con cáncer (11%) en comparación con los controles (4.6%). Tras emparejar cada sujeto con SAHS con 5 controles sin SAHS se aprecia un incremento del 6-9% de riesgo de padecer cáncer de pulmón en los pacientes con apneas. El análisis multivariado muestra una asociación significativa entre el IAH, el T90, el IDO 3% y el cáncer de pulmón. Conclusión El SAHS moderado/grave y la hipoxemia nocturna incrementan el riesgo de cáncer de pulmón.