Génesis intencional. Bases para el análisis de la creatividad del conocimiento en Francisco Suárez y Edmund Husserl

  1. González Marijuán, Dan Emilio
Dirigida por:
  1. José Ignacio Murillo Gómez Director
  2. Mariano Crespo Director

Universidad de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 29 de junio de 2021

Tribunal:
  1. Lourdes Flamarique Zaratiegui Presidenta
  2. Jean-Baptiste Guillon Secretario
  3. Pilar Fernández Beites Vocal
  4. Ignacio Quepons Ramírez Vocal
  5. Leopoldo Prieto López Vocal
Departamento:
  1. (FFL) Filosofía

Tipo: Tesis

Teseo: 155013 DIALNET

Resumen

El conocimiento ha sido uno de los problemas clásicos de la filosofía. A lo largo de la historia han surgiendo un buen elenco de tesis y paradigmas de comprensión del conocer. Esta tesis pretende ser una aportación a este debate defendiendo que el conocimiento es actividad. En él no se examina el tipo de actividad que es el conocimiento en general, ya que ese sería el tema de toda una teoría del conocimiento. Más concretamente se centra en un tipo concreto de actividad en que consiste el conocimiento en determinados casos: una actividad generativa. Siguiendo a Antonio Millán-Puelles hemos denominado a esa generación que se produce en el conocimiento génesis intencional. Esta génesis intencional se contrapone a las generaciones reales de entes reales en la causalidad real. Por eso la calificamos de “intencional”. La irrealidad de esta génesis y de lo generado por ella depende de la intencionalidad del conocimiento. Esta generación intencional no debe ser confundida con la generación real de los actos psicológicos de conocimiento. Se produce con ocasión o correlativamente a esa génesis real pero no se identifica con ella. El estudio de esta génesis se ha realizado como exploración de la coincidencia señalada por Antonio Millán-Puelles entre la doctrina escolástica de la formación del ente de razón, concretamente en la versión de Francisco Suárez y la descripción de las generaciones de objetos ideales de Husserl. Es decir, se han estudiado las características de la génesis intencional atendiendo a los aspectos comunes entre ambas doctrinas de generación de objetos irreales por parte del conocimiento humano. La intencionalidad es concebida por ambos autores de modo muy distinto, pero ambos coinciden en que la estructura general de la intencionalidad permite que el conocimiento se dirija a objetos irreales. Es decir, objetos que no tienen ser real sino que son meros objetos de conocimiento. Estos objetos son generados cuando el conocer se dirige a objetos reales ya conocidos de manera distinta. Hay que distinguir entre la transformación real que experimenta el acto de conocer de la transformación intencional del objeto conocido. Esta última no es una modificación de lo real que era conocido, sino que cambia el modo en que se presenta ante el cognoscente. Por eso, esa transformación –y la génesis intencional que la abarca y que es hecha posible gracias a ella– es una transformación intencional sin ser, a la vez, una transformación real. Esto es posible porque la transformación que, por decirlo así, define a la génesis intencional es una reconfiguración de los contenidos reales, ya conocidos en actos anteriores. Esa nueva configuración o modo de presentarse del contenido real es la novedad aportada por la génesis. Sin embargo, esta creatividad del conocimiento no se orienta a hacer surgir una esfera de objetos que dependan solo del cognoscente, sino que es un recurso que este tiene para conocer, para alcanzar la verdad de lo real. Por eso, no solo las partes o contenidos reales de los objetos irreales proceden de los objetos reales, sino que su estructura o modo irreal tienen su fundamento en los objetos reales. Esta dimensión irreal está prefigurada en los objetos reales y hecha explícita y objetiva solo en la objetividad irreal. Por eso la génesis intencional debe comprenderse antes desde la perspectiva cognoscitiva o veritativa antes que desde la ontológica. Esta última es secundaria para una correcta comprensión de la irrealidad.