El espacio activo de Jorge Oteiza

Resumen

La presente investigación parte del estudio de las categorías espaciales, entendidas como pieza clave del discurso arquitectónico. Esas categorías se han puesto en relación con las de otros ámbitos plásticos como la escultura, en la que están especialmente presentes. Con esta transversalidad entre diferentes artes se aspira a definir nuevas concepciones del espacio que puedan aplicarse a la arquitectura. Con estas premisas, se pretende analizar el papel del espacio en la obra del artista vasco Jorge Oteiza. En su faceta plástica se ha podido comprobar cómo la idea espacial sobrevuela continuamente su proceso creativo. De hecho, tal como se demuestra, su metodología experimental se relaciona de cerca con el modo de trabajar los conceptos de generación de espacios que habitualmente se utilizan en la práctica proyectual arquitectónica. Se ha tratado de comprobar si su escultura, en cuanto proceso acumulativo de relaciones, puede explicarse como producto de la utilización de una idea de espacio cercana a la arquitectónica, más allá de sus colaboraciones o relaciones directas en proyectos de arquitectura. Para ello, el trabajo se apoya en dos instrumentos eficaces que permiten entender sus categorías espaciales. En primer lugar, se ha acudido a los escritos teóricos que el escultor consultó y a los que él produjo, tanto en publicaciones como, sobre todo, en multitud de documentos manuscritos o mecanografiados, muchos de ellos aún inéditos, que la Fundación Museo Jorge Oteiza ha conseguido recuperar, catalogar y poner a disposición de los investigadores. El segundo instrumento empleado para entender el espacio en Oteiza ha sido el análisis gráfico de sus obras, con levantamientos diédricos, tridimensionales y fotogramétricos, aplicados a diversas piezas representativas de las familias formales establecidas por el propio escultor con motivo de su participación en la Bienal de Sao Paulo de 1957, así como de las que desarrolla posteriormente hasta al abandono de la práctica escultórica en el año 1959. Las conclusiones destiladas de su interpretación, permiten construir un nuevo discurso en el que las esculturas se entienden como reflexión experimental sobre el concepto de espacio como vacío relacional y significativo. Este sistema ha permitido, en última instancia, resumir los hallazgos de Oteiza en las categorías espaciales de 'hoyo', 'agujero' y 'vacío', que sirven, a su vez, de método de análisis comparativo entre la escultura oteiziana y el ámbito arquitectónico.