Estilos de vida y factores nutricionales en la prevención de la arteriopatía periféricaPropuesta de un índice de vida saludable
- Miguel Ruiz-Canela López Director
- Estefanía Toledo Atucha Codirectora
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 18 de diciembre de 2019
- José Alfredo Martínez Hernández Presidente
- Miguel Ángel Martínez González Secretario
- Manuel Ortega Calvo Vocal
- Javier Díez Espino Vocal
- Enrique Gómez Gracia Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La enfermedad arterial periférica (EAP) se define como la isquemia de los vasos sanguíneos que irrigan las extremidades inferiores. Afecta a más de 200 millones de personas en el mundo. Su prevalencia aumenta con la edad, en personas de entre los 85-89 años es de un 20%. La EAP aparece frecuentemente con otras enfermedades cardiovasculares y aumenta el riesgo de muerte cardiovascular. Los principales factores de riesgo son tabaco, diabetes, hipertensión e hipercolesterolemia. Una cuestión relevante es conocer el efecto sinérgico que puede tener la combinación de diversos factores asociados con la EAP y en especial el papel que puede tener una dieta saludable. El objetivo general fue analizar la asociación entre un estilo de vida saludable y un consumo de fibra o alimentos ricos en fibra y la incidencia de EAP en los participantes del estudio PREDIMED. Los objetivos específicos fueron: (1)valorar la relación entre la adhesión a un índice de vida saludable y el desarrollo de enfermedad arterial periférica (2)valorar la relación entre un mayor número de métricas en el Life`s Simple 7 y la EAP (3) evaluar la relación entre la ingesta total de fibra, el consumo de frutas y verduras y la incidencia de EAP En los 3 objetivos se realizaron análisis de regresión de Cox para calcular la Hazard Ratio (HR) y su intervalo de confianza al 95%. Inicialmente se ajustó por edad y sexo, en un primer modelo multivariable se ajustó adicionalmente por los principales factores de riesgo cardiovascular y en un segundo modelo además por otros factores de confusión. En el primer objetivo también se realizaron análisis de sensibilidad y estratificados y se calculó el índice C de Harrel y la fracción preventiva poblacional, y en el segundo objetivo se realizó una curva de Nelson Aalen y una gráfica de probabilidad predicha. En relación con el objetivo 1 se creó un índice de vida saludable que recibía un punto por cada uno de los siguientes estilos de vida: consumo moderado de alcohol (mujeres: 5-25 g/día, varones: 10-50 g/día), IMC<25 Kg/m², realizar actividad física moderada (>500 METs-minutos/semana), no fumar y adhesión a la dieta mediterránea. Se encontró que una alta adhesión a este índice (3-5 puntos) se asociaba de forma significativa con un menor riesgo de desarrollar EAP en los participantes del estudio PREDIMED con alto riesgo vascular [HR: 0,39; IC 95%(0,20-0,75)]. La actividad física, la ausencia de tabaquismo y el consumo moderado de alcohol son los 3 factores que de forma individual se asociaban con un menor riesgo de desarrollar esta enfermedad [HR: 0,50; IC 95%(0,26-0,96)] al compararlos con los que no seguían estos 3 estilos de vida. En relación con el objetivo 2, se utilizaron las 7 métricas propuestas por la AHA para mejorar la salud cardiovascular, conocida como Lifes simple 7. Esta herramienta incluye 4 conductas de salud (bajo IMC, evitar el tabaco, dieta sana y actividad física: >150minutos/semana) y 3 factores de salud: (colesterol <200mg/dL, presión arterial: PAS <120 mmHg y PAD <80 mmHg y glucemia en ayunas <100 mg/dL). En la población PREDIMED observamos que la presencia de 4 o más métricas de la escala Lifes Simple 7 se asocia a una reducción del 77% del riesgo de EAP [HR: 0,23; IC 95%(0,07-0,81)] cuando se compara con un perfil cardiosaludable muy bajo (0-3 métricas saludables). En el objetivo 3 no se observó una asociación significativa entre una mayor ingesta de fibra total, fruta o verdura y el riesgo de EAP. Al comparar el tercil superior de mayor consumo frente al tercil más bajo, las HRs ajustadas fueron de: 0,46(IC al 95%: 0,16-1,37) para la fibra total, de 1,21 (IC 95%: 0,48-3,05) para el consumo de frutas, y de 1,41 (IC 95%:0,66-3,01) para las verduras. En conclusión, un estilo de vida saludable se asoció con un menor riesgo de EAP en la cohorte PREDIMED. No se encontró asociación significativa con el consumo de fibra total, fruta o verduras.