Predicción del riesgo tromboembólico venoso en pacientes con linfoma no Hodgkindeterminación de biomarcadores plasmáticos

  1. Ibáñez Segura, Ana Dione
Dirigida por:
  1. Juan Carlos Murciano Fernández Director/a
  2. Vicente Gómez del Olmo Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Alcalá

Fecha de defensa: 24 de noviembre de 2021

Tribunal:
  1. José Antonio Páramo Fernández Presidente
  2. María del Pilar Herrera Puente Secretario/a
  3. Carlos Montalbán Sanz Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 156640 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Se recogieron a 66 enfermos, de los cuales 60 cumplían los criterios de inclusión, además de 64 controles sanos. La edad media de los pacientes fue de 65 ± 14 años, mientras que la de controles sanos fue de 39 ± 14 años No obstante, ambas poblaciones presentaron una distribución por sexos, raza e índice de masa corporal muy similares donde el porcentaje de mujeres era algo superior al de varones (53 %), la raza era principalmente caucásica (97 %) y el rango de IMC se situaba entre la normalidad y el sobrepeso. La calidad de vida se vio afectada en un 43 % de los individuos, aunque su comorbilidad global era alta (85 %). Los principales factores de riesgo cardiovascular fueron la hipertensión (40 %), el tabaquismo activo (32 %) y la dislipemia (25 %). El 38 % de los LNH debutaron con tumoración palpable. La histología predominante entre los LNH fue de bajo grado (60%) y los subtipos histológicos más frecuentes fueron el folicular (30 %) y los linfomas B difusos de células gigantes (23 %). El 70 % de los enfermos se encontraban en estadios avanzados III-IV y la mayoría de ellos recibió el régimen quimioterápico conocido como R-CHOP (64 %). Las transfusiones (17 %) y los estimuladores de colonias (15 %) fueron las terapias de soporte trombogénicas más extendidas. Se detectaron 10 trombosis entre los pacientes, lo que significó una incidencia acumulada del 17 %. Paralelamente, la mortalidad global se situó en el 22 %. A pesar de ello, la escala de Khorana solo clasificó al 5% de los pacientes como de riesgo trombótico elevado, anticipando tan solo a un 11% de los eventos trombóticos ocurridos. Los análisis de laboratorio mostraron alteraciones de la capacidad fibrinolítica mediada por tPA exógeno, sobre un coágulo de fibrina en presencia del plasma de los LNH (71,2 ± 12,8 %) frente al de los controles sanos (81,1 ± 4,9 %). De forma paralela, los plasmas de los pacientes mostraron niveles elevados de los inhibidores de los activadores del plasminógeno TAFIa/ai (31,8 ± 19,5 ng/ml; p < 0,001) y PAI-1 (38,7 ± 35,6 ng/ml; p = 0,05), aunque también se encontraba elevado el TFPI total, inhibidor del factor tisular, relacionado con la inhibición de la coagulación (84,4 ± 27,2 ng/ml; p = 0,001). Adicionalmente, se observó como los niveles de los nitritos en plasma fueron superiores a los de controles sanos (730,3 ± 508,9 ng/ml vs. 461,9 ± 219,3 ng/ml respectivamente; p < 0.001). Una comparativa directa entre el grupo de pacientes que desarrolló ETEV y los que no lo hicieron, demuestra como los que presentaron trombosis mostraron una mayor mortalidad (77% frente al 12%). Tras un análisis regresivo del riesgo trombótico y ajustar los puntos de corte a la población estudiada, se encontraron dos biomarcadores que podrían mejorar la predicción de la escala de Khorana: la PCR > 24,5 mg/L (HR = 8,36; VPP = 36,8 %) y los nitritos > 890 ng/ml (HR = 21,83; VPP = 44,4 %). Como se puede observar, el poder predictivo de estos parámetros, mejoró significativamente la identificación del riesgo trombótico, pero su asociación a la escala de Khorana no logró mejorar significativamente el VPP de la escala original (33,3 %) obteniendo valores muy similares (33 % y 29,6 % respectivamente). No obstante su asociación si fue capaz de anticipar un 20% y un 70 % más de pacientes que desarrollarían ETEV.