Aspectos filosóficos de la imagen de dios en el hombre. Estudio en la obra de Domingo Báñez (1528-1604)

Laburpena

La concepción cristiana del hombre está estrechamente unida a la comprensión de éste como "imagen de Dios" (Génesis 1,26). Asimismo, la reflexión sobre la dignidad humana se apoya en la creación de la persona a "imagen y semejanza de Dios". Sin embargo, esta idea clave de la antropología cristiana no siempre se ha interpretado igual. La interpretación clásica enseña que el hombre es imagen de Dios por estar dotado de inteligencia y voluntad: por su naturaleza libre. En este punto Báñez añade, además, la noción de actus essendi como fundamento último de la imagen de Dios en el hombre. Pero, otra interpretación contemporánea ve en la doctrina de la imago Dei la consagración de la "libertad autónoma". Creándolo a su imagen Dios les habrái dado al hombre una libertad absoluta, para construirse a sí mismo y al mundo. Esta concepción del hombre como puro proyecto, sin naturaleza que lo predetermine, se formula, al menos literalmente por primera en el Renacimiento. La dignidad humana abandona su base ontológica y pasa a atribuirse a la mera libertad, dentro de una perspectiva existencial característica en la modernidad. La interpretación clásica de la que Báñez -al final del Renacimiento- es exponente, funda en la libertad del hombre su capacidad de ser imagen de Dios, pero a diferencia de la concepción renacentista con raíz en el nominalismo ockhamista, Báñez no concibe la libertad como pura indiferencia, sino en armonía con la naturaleza humana, que lejos de oponerse a la libertad la posibilita.