Interacciones potenciales entre fitoterápicos y fármacos de síntesis. Detección en farmacias comunitarias de la provincia de Sevilla
- Caballero Barbero, Fernando
- María Dolores García Giménez Director/a
- Ana Mª Quílez Guerrero Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 10 de septiembre de 2020
- Rosa Maria Giner Pons Presidente/a
- José Manuel Calderón Montaño Secretario/a
- María Isabel Calvo Martínez Vocal
- María de los Ángeles Fernández Arche Vocal
- Víctor López Ramos Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El uso de la fitoterapia en el tratamiento de patologías menores es muy frecuente y sigue una tendencia ascendente en nuestra sociedad. Los fitomedicamentos no están exentos de interaccionar con otros fármacos de síntesis, pudiendo generar problemas en su resultado terapéutico o en la salud de los pacientes. Este hecho supone una preocupación tanto para los profesionales de la salud como para los laboratorios comercializadores, representando una de las consultas más frecuentes en los Centros de Información del Medicamento y en las empresas del sector. Aunque actualmente se conocen muchos de los factores predisponentes y de protección que determinan que una interacción se produzca o no, en la práctica es muy difícil predecir lo que sucederá cuando un paciente toma dos medicamentos que potencialmente interaccionan, debido a la gran variabilidad de los pacientes y, en el caso que tratamos, de los medicamentos fitoterápicos, ya que estos también están sujetos a un grado de variabilidad. Las publicaciones más recientes en relación a las interacciones entre plantas medicinales y medicamentos a menudo ofrecen resultados contradictorios debido a la disparidad de criterios en relación con el grado de evidencia que se considera adecuado para establecer una posible interacción. En cuanto a la incidencia real de estas interacciones, se desconoce, posiblemente porque raras veces llegan a verse en la práctica clínica y por la falta de comunicación al médico del uso de estas terapias. No obstante, muchos datos muestran que los productos fitoterápicos pueden interaccionar con otros medicamentos, que el consumo de éstos está creciendo y que muchos pacientes todavía piensan erróneamente que todos son seguros por el hecho de que son naturales. Ante esta situación, se hace necesario el conocimiento por parte de los profesionales de la salud acerca del uso racional de plantas medicinales y de posibles interacciones con otros fármacos de prescripción. El uso de la fitoterapia en el tratamiento de patologías menores es muy frecuente y sigue una tendencia ascendente en nuestra sociedad. Los fitomedicamentos no están exentos de interaccionar con otros fármacos de síntesis, pudiendo generar problemas en su resultado terapéutico o en la salud de los pacientes. Este hecho supone una preocupación tanto para los profesionales de la salud como para los laboratorios comercializadores, representando una de las consultas más frecuentes en los Centros de Información del Medicamento y en las empresas del sector. Aunque actualmente se conocen muchos de los factores predisponentes y de protección que determinan que una interacción se produzca o no, en la práctica es muy difícil predecir lo que sucederá cuando un paciente toma dos medicamentos que potencialmente interaccionan, debido a la gran variabilidad de los pacientes y, en el caso que tratamos, de los medicamentos fitoterápicos, ya que estos también están sujetos a un grado de variabilidad. Las publicaciones más recientes en relación a las interacciones entre plantas medicinales y medicamentos a menudo ofrecen resultados contradictorios debido a la disparidad de criterios en relación con el grado de evidencia que se considera adecuado para establecer una posible interacción. En cuanto a la incidencia real de estas interacciones, se desconoce, posiblemente porque raras veces llegan a verse en la práctica clínica y por la falta de comunicación al médico del uso de estas terapias. No obstante, muchos datos muestran que los productos fitoterápicos pueden interaccionar con otros medicamentos, que el consumo de éstos está creciendo y que muchos pacientes todavía piensan erróneamente que todos son seguros por el hecho de que son naturales. Ante esta situación, se hace necesario el conocimiento por parte de los profesionales de la salud acerca del uso racional de plantas medicinales y de posibles interacciones con otros fármacos de prescripción.El uso de la fitoterapia en el tratamiento de patologías menores es muy frecuente y sigue una tendencia ascendente en nuestra sociedad. Los fitomedicamentos no están exentos de interaccionar con otros fármacos de síntesis, pudiendo generar problemas en su resultado terapéutico o en la salud de los pacientes. Este hecho supone una preocupación tanto para los profesionales de la salud como para los laboratorios comercializadores, representando una de las consultas más frecuentes en los Centros de Información del Medicamento y en las empresas del sector. Aunque actualmente se conocen muchos de los factores predisponentes y de protección que determinan que una interacción se produzca o no, en la práctica es muy difícil predecir lo que sucederá cuando un paciente toma dos medicamentos que potencialmente interaccionan, debido a la gran variabilidad de los pacientes y, en el caso que tratamos, de los medicamentos fitoterápicos, ya que estos también están sujetos a un grado de variabilidad. Las publicaciones más recientes en relación a las interacciones entre plantas medicinales y medicamentos a menudo ofrecen resultados contradictorios debido a la disparidad de criterios en relación con el grado de evidencia que se considera adecuado para establecer una posible interacción. En cuanto a la incidencia real de estas interacciones, se desconoce, posiblemente porque raras veces llegan a verse en la práctica clínica y por la falta de comunicación al médico del uso de estas terapias. No obstante, muchos datos muestran que los productos fitoterápicos pueden interaccionar con otros medicamentos, que el consumo de éstos está creciendo y que muchos pacientes todavía piensan erróneamente que todos son seguros por el hecho de que son naturales. Ante esta situación, se hace necesario el conocimiento por parte de los profesionales de la salud acerca del uso racional de plantas medicinales y de posibles interacciones con otros fármacos de prescripción.