La individualidad artística de Miguel Goicoechea en el ámbito de la fotografía navarra

  1. MARTIN LARUMBE, CELIA
Dirigida por:
  1. Francisco Javier Zubiaur Carreño Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 04 de junio de 1999

Tribunal:
  1. María Concepción García Gaínza Presidente/a
  2. Mercedes Jover Hernando Secretario/a
  3. Bernardo Riego Amézaga Vocal
  4. Isidoro Coloma Martín Vocal
  5. José Javier Azanza López Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 73997 DIALNET

Resumen

El fotógrafo navarro Miguel Goicoechea de Jorge 1893-1983, perteneció a la segunda generación de pictorialistas españoles que eclosionó entorno a 1920. Adscrito al Pictorialismo 1916, su formación autodidacta se basó en la experimentación con las técnicas pigmentarias. Sus referentes fueron la escuela Pictorialista fracesa, los fotógrafos donostiarras de estilo europeo, y las publicaciones especializadas. Se decantó por el procedimiento de las tintas grasas transportadas, combinando una técnica basada en la intervención, con el uso expresivo de la instantánea y el encuadre. En 1927 su estilo fue reconocido nacional e internacionalmente a través de las muestras fotográficas. Colaboró 1927-1936 en prestigiosas publicaciones españolas como crítico, divulgador y ensayista. Vinculado el núcleo fotográfico catalán, defendió con tolerancia el uso de todas las posibilidades del medio desde planteamientos individuales. Plasmó la realidad de forma personal, conectando con el escepticismo trágico de la Generación del 98. Brilló especialmente en el retrato de tipos y el reportaje, dada su tendencia al verismo. La Guerra Civil malogró esta generación fotográfica, y Goicoechea vió interrumpida su trayectoria, al no reiniciar relaciones con la comunidad fotográfica nacional. Desde 1940 empleó las técnicas directas, evolucionando hacia la Fotografía en estudio, centrándose desde entonces en el retrato, las composiciones y naturalezas muertas. A finales de los cincuenta retomó los procedimientos pigmentarios compaginándolos con las técnicas directas. Hasta su muerte continuó trabajando aislado de las nuevas generaciones de fotógrafos, cuyos planteamientos distaban mucho de los mantenidos por Goicoechea.