La espiritualidad eucarística del beato Manuel González García

  1. DIEGO TELLITU PEDRO M. DE
Dirigida por:
  1. Francisco Javier Sesé Alegre Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 10 de junio de 2002

Tribunal:
  1. José Luis Illanes Maestre Presidente/a
  2. Pablo Casas Secretario/a
  3. Elisabeth Reinhardt Vocal
  4. Francisco Javier Sesé Alegre Vocal
  5. Federico M. Requena Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 91968 DIALNET

Resumen

Hemos desarrollado este trabajo en siete capítulos. El primero de ellos recoge someramente una breve biografía del Obispo del Sagrario abandonado. En el segundo capítulo hacemos una presentación de sus escritos principales. El tercer capítulo estudia el origen del carisma del Beato Manuel González. En el pueblo sevillano de Palomares del Río percibió una llamada especial a la reparación eucarística, a través de la compañía de los Sagrarios abandonados. En el cuarto capítulo estudiamos las peculiaridades de la Ecuaristía en cuanto Sacrificio, en la espiritualidad de don Manuel González en relación con la Eucaristía como Comunión. El sexto capítulo estudia la oración eucarística reparadora del Beato Manuel González. El último capítulo recoge la impronta eucarística que se manifiesta en otros rasgos de su espiritualidad. Su espiritualidad está fuertemente marcada por la reparación eucarística. Esa llamada de Dios a extender este apostolado de reparación eucarística, estuvo presente en su ministerio sacerdotal y se fue perfilando en distitnas formas, hasta fundar, en 1910, la Pía Unión de las Marías de los Sagrarios-Calvarios. Después vendrían los Discípulos de san Juan y más tarde los Misioneros Eucarísticos Diocesanos, las Misioneras Eucarísticas de Nazaret, las Misioneras Auxiliares Nazarenas, la Juventud Eucarística Reparadora y la Reparación Infantil Eucarística. Propone la Misa y la Comunión como centro alrededor del cual debe girar toda la vida cristina. Además, predica la imitación de Cristo en su estado de Hostia, en dos sentidos fundamentalmente: Por una parte en cuanto es el único Sacrificio agradable al Padre y por tanto, por la participación en la Misa no podemos ofrecer al Padre, asociados al Sacrificio de Cristo. Por otra parte, en la Hostia, Cristo nos manifiesta su donación a los hombres. Esta imitación sólo es posible por la Comunión sacramental del Cuerpo de Cristo. Una