La humanidad de Jesús en el cuarto evangelio. Una aproximación desde los personajes
- GONZALEZ MARTINEZ, EUSEBIO
- Juan Chapa Prado Director
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 17 de diciembre de 2004
- Gonzalo Aranda Pérez Presidente/a
- Félix María Arocena Solano Secretario
- Vicente Balaguer Beltrán Vocal
- Francisco Varo Pineda Vocal
- Juan Chapa Prado Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La humanidad de Jesús en el cuarto evangelio. Una aproximación desde los personajes. resumen: La presente tesis estudia la humanidad de Jesús en el cuarto evangelio a través del comportamiento que los personajes muestran hacia ella. El estudio se centra en algunos personajes del Libro de los Signos (1,19-12,50), tanto individuales (Jesús mismo, el Bautista, Natanael, Nicodemo, la samaritana, el ciego de nacimiento), como colectivos (la "gente", los "judíos"). En ocasiones, la humanidad de Jesús es considerada sólo de modo en que se refleja la humanidad de Jesús a través de sus propias palabras (logia del "Hijo del hombre" y la autorreferencia como "antnropos" en 8,40). En otros casos, la humanidad de Jesús juega un papel relevante como camino hacia la comprensión más profunda de su identidad (divina o al menos mesiánica). Este camino puede llevarse a cabo a través del trato con Jesús-hombre (la samaritana), o a través de los signos, que son manifestaciones externas de la humanidad de Jesús (el ciego de nacimiento). La "gente", en cambio, se queda en la mera consideración humana de Jesús (7,12) o una visión superficial de los signos (6,26; 7,31). Los "judíos", a diferencia de la "gente", desprecian la humanidad de Jesús (5,12; 9,16bis.24; 10,33 11,47.50), pretenden matarlo (10,31; 11,50), y ni siquiera consideran los signos como hechos extraordinarios, sino como infracciones de la Ley o hechos tumultuosos (2,18: 5,9; 9,14; 11,48). Un aspecto concreto de este acercamiento desde el Jesús humano al divino lo representa la superación o no de ciertos inconvenientes "humanos" de Jesús. Los personajes individuales superan estas dificultades (el Bautista, 1,15.30; Natanael, 1,46.49). En cambio, la "gente" y los "judíos", que llevan a Jn a valorar teológicamente aspectos de la humanidad de Jesús: su cuerpo como templo (2,19.21); su carne y sangre como alimento de vida eterna (6,53-58); su persona como verdadera descendencia de Abrahán (8,56)