Fundamentos filosóficos de la educación en Millán Puelles

Resumen

FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LA EDUCACIÓN EN MILLAN-PUELLES RESUMEN: Se inicia la investigación con un concepto preliminar de educación mediante un análisis semántico, una definición "existencial" para terminar en la definición real que de la educación hace el autor. A continuación se estudian los auténticos fundamentos filosóficos de la educación según este autor; a saber: la naturaleza humana y la libertad. En cuanto a la naturaleza humana, partiendo del problema ontológico del hombre, se profundiza en la noción de naturaleza como principio remoto de operaciones, en la racionalidad y en los principios próximos del operar humano, que son los dos grandes "canales" de la naturaleza: el entendimiento y la voluntad. Aparece en este contexto el concepto de la infinitud objetual como broche del estudio de naturaleza humana. Sólo la racionalidad abre a la libertad, de ahí que, a continuación se haga un estudio amplio de la libertad de acuerdo con el planteamiento del autor: la libertad innata y la libertad adquirida. Dentro de la libertad innata se profundiza en la libertad trascendental del entendimiento de donde a su vez brotan la libertad trascendental de la voluntad y el libre albedrío. Se analizan a continuación las libertadas adquiridas en las dos modalidades a las que se refiere el autor, la libertad moral y la libertad política, para terminar este apartado con el análisis de las formas de autoposesión humanas. La racionalidad es el concepto que, en Millán-Puelles, articula la naturaleza y la libertad, pero esa racionalidad se despliega en profundidad en un triple plano: la subjetividad, la conciencia y la intimidad. El estudio de estos conceptos termina con el planteamiento del hombre como síntesis de facticidad y libertad. Se retoma a continuación el tema de la educación desde estos fundamentos y se profundiza en el fin de la misma, teniendo en cuenta su fin esencial, su fin como "status" y el "status virtutis". La educación, de acuerdo con estos fundamentos filosóficos, o es perfección o no es educación, por eso se apuntan los ámbitos del perfeccionamiento a través de la misma, a saber, la primacía de las virtudes, con el papel estelar de la prudencia, el perfeccionamiento intelectual, con su aspecto fundamental de la búsqueda de la verdad, el perfeccionamiento moral como la libre afirmación de nuestro ser, para terminar con la necesidad de entender al hombre como un ser ontológicamente reclamado. Finaliza la investigación con un problema, el problema esencial de la educación: la libertad. Educar no es una comunicación de experiencias, ni un trasvase de conocimientos. Al final, el educar supone el sutilísimo quehacer de poner una libertad frente a otra: la libertad del educador y la libertad del educando