Naturaleza y libertad en Guillermo de Ockham

  1. DOMÍNGUEZ RUÍZ, FERNANDO
Supervised by:
  1. Ángel Luis González García Director

Defence university: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 20 October 2001

Committee:
  1. Luis González Ángel Chair
  2. José Ignacio Murillo Secretary
  3. Enrique Moros Claramunt Committee member
  4. Juan Fernando Sellés Committee member
  5. José Ángel García Cuadrado Committee member

Type: Thesis

Teseo: 91938 DIALNET

Abstract

La antropología ockhamista contiene una serie de elementos que concluyen en una teoría sobre la libertad que, a pesar de remontarse al siglo XIV, puede transportarse sin dificultad al ámbito de la filosofía post-moderna de nuestros días. Se trata de una nueva concepción de la libertad, aunque con raíces ecotistas, que conformará una visión distinta del hombre en diferentes sistemas morales. El empeño ockhamista consistirá en el noble intento de defender la libertad del hombre, y principalmente la divina, pero a base de mantener la indiferencia total de la voluntad. La oposición entre el modo de actuar de los agentes naturales y el modo de obrar de los agentes lbires era un disyuntiva histórica falsamente planteada: determinismo o indeterminismo, necesidad o libertad. Guillermo de Ockham no logra superar esto, y por ello opone a todos los niveles del ejercicio voluntario la antinomia necesidad o libertad. Para conseguir esta defensa a ultranza postula que la voluntad es indiferente ante el bien, ante la felicidad e incluso ante la visión de la esencia divina. Para él no hay finalismo alguno en la voluntad. Es decir, su perfección estará en la defensa de su espontaneidad. Esto traerá inevitablemente consecuencias en la praxis humana, de ahí que el sistema moral que se sigue del voluntarismo ockhamista es el positivismo moral, quizá uno de los aspectos más conocidos del nominalismo. Pero también, y al mismo tiempo, existe la posibilidad de la construcción de un sistema moral en donde no existan preceptos universales, sino sólo existenciales; válidos solamente en sus circunstancias actuales que llevan al relativismo moral (el mal endémico de nuestra época) por el contigentismo absoluto en el que se cae desde sus principios voluntaristas. También por estos motivos, el título de iniciador de la vía moderna puede asignársele al Venerabilis Inceptor muy justificadamente.