La verdad en la encíclica Fides et ratio

  1. LEON GONZÁLEZ BORJA DE
Zuzendaria:
  1. Mariano Artigas Mayayo Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 2001(e)ko urria-(a)k 11

Epaimahaia:
  1. Mariano Artigas Mayayo Presidentea
  2. Santiago Collado González Idazkaria
  3. Enrique Moros Claramunt Kidea
  4. José Ángel García Cuadrado Kidea
  5. Sergio Sánchez-Migallón Granados Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 91869 DIALNET

Laburpena

El interés de la Fides et rario no sólo reside en que es una encíclica que se interesa por la filosofía, en la que reconoce su carácter natural, su autonomía, así como la legitimidad del pluralismo filosófico. También, se encuentra en su reconocimiento de la universalidad de la verdad y de la inexorable vinculación del hombre a ella, pues presenta una visión de la verdad encarnada en la vida humana concreta. A lo largo de toda su existencia el hombre está esencialmente referido a ella, en cuanto que necesita buscarla para hallar el sentido que anhela. La verdad no es una fórmula teórica, sino que es la revelación del sentido de su existencia, que no se da sin esfuerzo ni pasión. Es motor y meta, apertura y fin; la verdad es objetiva, universal y racional, se extiende sobre todas las cosas, habita en el interior del hombre y alcanza el misterio. En el hombre la pregunta por la verdad se presenta inicialmente como el interrogante por el sentido de la vida, que moviliza a toda la persona en busca de una respuesta definitiva, que llene de sentido a toda la existencia, especialmente lo que hay más allá de su final. En esta línea emplea la expresión "verdad sobre el hombre", como el centro desde el que se desenvuelve la existencia del hombre y como meta que se persigue a lo largo del itinerario vital. Por esto, el Papa entiende la razón como una instancia que abre al hombre a la trascendencia, y la presenta como realidad abierta, capaz de ir siempre a más, y no quedar nunca circunscrita a los límites de sus hallazgos. Como desarrollos de la razón, el lenguaje, la ciencia y la cultura gozan de unas cualidades de apertura y trascendencia que hacen posible el veradero progreso humano. La encíclica muestra la conexión de la razón con la fe, especialmente la circularidad de enriquecimiento mutuo que se establece entre ambas, en el que la fe es fuente de conocimiento y de asentimiento a la verdad. Razón, creencia y fe se e