Quien conoce a dios, conoce al hombre. Teología de la existencia en la obra de romano guardini
- José Luis Illanes Maestre Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 15 de abril de 2003
- José Luis Illanes Maestre Presidente/a
- Tomás Angel Trigo Oubiña Secretario
- Juan Luis Lorda Iñarra Vocal
- Teodoro López Rodríguez Vocal
- Jutta Burggraf Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En 1923 Romano Guardini se hace cargo de la cátedra Relionsphiliosophie und katholische Weltanschauung en la Universidad de Berlín. El reto docente ante el que no se encuentra constituye un nuevo acicate para desarrollar un trabajo teológico capaz de dar respuesta a los interrogantes que en tiempos de guerra se presentan a la cultura moderna. Si el trabajo de Romano Guardini destaca por su capacidad de adelantar un diagnóstico preciso de la situación cultural en Occidente, no es menor el valor con que sus desarrollo teológicos muestran la capacidad de respuesta que se contiene en la verdad revelada. Lejos de las actitudes apologéticas propias de la época, el profesor se sitúa en una nueva posición intelectual que recupera la confianza en la capacidad humana de conocer y se abre a la captación de sentido de la verdad. Este estudio constituye una exposición ordenada de la Antropología teológica contenida a lo largo de la extensa obrea del teólogon y de cómo ésta proporciona una respuesta acertada a las incertidumbres que plantea la época moderna. La Revelación muestra al hombre que es creado libremente y para ser libre; le recuerda que en el origen de la historia Adán y Eva cometieron un pecado del que todo hombre es solidario; sabe que Cristo es el Dios encarnado que salva por medio de la muerte; puede ser Cristo recibiendo la salvación que se obra en el tiempo por medio de los sacramentos en la Iglesia. La realidad humana adquiere un nuevo modo de comprensión a la luz de Cristo. Él muestra quién es Dios y quién es el hombre. La voluntad precisa de Dios que otorga verdad y sentido a la realidad, que afirma la libertad humana al tiempo que interviene en la historia, pone con creces de manifiesto que es Dios quien afirma al hombre. Aquello que para el pensamiento moderno constituye una paradoja intelectual, para el hombre de fe es el misterio en que puede vivir y a partir del cual se entiende.