La creación continuada en Francisco Suárez

Resumen

Francisco Suárez (1548-1617) es uno de los más importantes pensadores de la Escolástica tardía. Su principal obra filosófica (Disputationes Metaphysicae, 1597) es considerada un gran intento de síntesis del pensamiento antiguo y medieval. En la Disputatio XX Suárez estudia la creación, que considera una acción libre de Dios, incondicionada por ser ex nihilo. En la Disputatio XXI, el objeto de esta tesis, prueba que crear y conservar son la misma acción, no dos acciones sucesivas, la primera instantánea y la segunda permanente. Tampoco es la conservación una creación reiterada, porque supondría que las cosas no serían, estarían en permanente flujo, o serían aniquiladas y creadas en cada instante, lo que, si no imposible, le parece a Suárez poco razonable. La conservación es sólo una parte de la acción de Dios que sostiene toda la actividad de las criaturas: es el concurso, que se estudia en la Disputatio XXII. Este planteamiento de la conservación "desde Dios" lo tiene en común con Tomás de Aquino (1225-1274), y le separa de Descartes (1596-1650), que considera el tiempo como una sucesión de instantes independientes: la creación ha de ser continua porque las cosas no tienen el ser establemente. El doctor Eximio señala con nitidez que la diferencia entre la creación en el primer momento y en el tiempo sucesivo sólo existe desde fuera, no considerada desde el ente creado y tampoco, en modo alguno, desde el instante eterno de Dios. La "novedad de ser" que ordinariamente se asocia a la noción de creación, sólo es un punto de vista, no es esencial. ¿Por qué la creación debe ser continuada, cuando otras acciones concluyen y producen efectos permanentes? La argumentación que hace el Eximio para distinguir la creación-conservación frente a cualquier otra acción productiva., por ejemplo respecto a la generación de seres vivios, va por la línea de la necesidad de la causa primera eficiente: un efecto proced