Pannoel último reducto visigodo

Resumen

Tras la conquista musulmana de la Península y la consiguiente caída del Reino visigodo de Toledo, las diferentes autoridades que gobernaban las ciudades, territorios y provincias del anterior, más allá de alguna resistencia puntual, se aprestaron a pactar con los anteriores. Una de las últimas resistencias fue la protagonizada por los habitantes de Osca (Huesca) quienes soportaron un asedio de siete años (desde el 713 al 720 d.C.), alcanzando finalmente una capitulación beneficiosa. Esta última, sin embargo, provocó la salida de las élites gobernantes hacia el Norte de las Sierras de Guara y Santo Domingo como espacio identificado para su gestión, aunque bajo soberanía de las nuevas autoridades de la Osca musulmana (Wasqa) y previo tributo anual. Los acontecimientos derivados de la derrota musulmana de Tours, en el 721, y de la de Poitiers, en el 732 d.C., derivaron en sendas revueltas de las autoridades locales no musulmanas de ciertas ciudades y territorios en parte debidas a la mala gestión y presión fiscal de los primeros. La zona que nos ocupa conformó, durante un período próximo a los doce años, una especie de Neocondado heredero de la auctoritas y la potestas de los antiguos gobernantes visigodos de Osca. En un entorno que englobaba la Canal de Berdún y el Sodoroel, y como centro estratégico en la Sierra de Oroel, los huidos cristianos apoyados por los lugareños conformaron una serie de fortificaciones y posiciones defensivas con centro en Panno (el actual San Juan de la Peña), desde donde gestionaron ese espacio y la consiguiente resistencia a las autoridades musulmanas de Wasqa. Aun sin terminar dicho sistema defensivo en su totalidad, y por conocimiento de las autoridades musulmanas de Qurtuba (Córdoba), se organizó una operación que debía reducir los levantamientos de vascones y vispares en el Pirineo Occidental y Central, alrededor de Banbiluna y Panno, y volverlos a poner bajo autoridad musulmana una vez más. La persona encargada de dirigir dicha campaña militar sería el propio walí Abdelmelic ben Cotan. Finalmente, aun no resolviendo con éxito el asedio de Banbiluna, los musulmanes devastaron la zona pirenaica aun a costa de grandes pérdidas y sin obtener gran botín. Resultado de lo anterior fue la total destrucción de Panno y de las defensas en la Canal de Berdún y del Sodoroel, aunque no el interior de los valles pirenaicos donde se resistió con dureza dichas actuaciones. El recuerdo de dichas acciones fue difuminado entre las fuentes tanto musulmanas como mozárabes y cristianas, dando lugar al origen de ciertos mitos y leyendas, así como al equívoco en su copia y trascripción a lo largo de los años. Por ello, esta investigación histórica aborda todas las fuentes, tanto primarias como secundarias, que abordan o incluyen este hecho analizando el origen, intencionalidad, estructuración, conformación, copia y versionificación de las mismas, para con ello extractar el relato más fidedigno sobre la existencia de Panno como ciudad y fortaleza.