Desarrollo de nuevas estrategias terapeúticas en el tratamiento de la hepatitis b crónica mediante la administración de un adenovirus de alta capacidad que expresa de forma inducible el gen de la interleuquina 12 en combinación con terapias que interfieren con la actividad de las células t reguladoras

  1. Otano Andrés, Itziar
Dirigida por:
  1. Gloria González Aseguinolaza Directora

Universidad de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 29 de enero de 2011

Tribunal:
  1. Margarita del Val Latorre Presidente/a
  2. Rubén Hernández-Alcoceba Secretario
  3. Alfonso Martín-Fontecha García-Morato Vocal
  4. Juan José Lasarte Sagastibelza Vocal
  5. M. Pilar Martin Duque Vocal
Departamento:
  1. (FM) Medicina Interna

Tipo: Tesis

Teseo: 112537 DIALNET

Resumen

La infección por el virus de la hepatitis B (HBV) constituye una de las enfermedades virales más frecuentes a nivel mundial. Se estima que 2 mil millones de personas son portadoras del HBV, de las cuales 350 millones desarrollan una hepatitis crónica. La infección crónica por HBV es la principal responsable del carcinoma hepatocelular (HCC). Cuando la infección tiene lugar en la edad adulta, se desarrolla una infección aguda autolimitada, pero en un porcentaje significativo de enfermos (5%) progresa hacia infección crónica. Sin embargo, si la infección se produce durante el primer año de vida, el porcentaje de cronificación es del 90%. La enfermedad crónica ha sido definida como una necroinflamación crónica debida a la persistencia del HBV. La Marmota monax es un importante modelo animal para el estudio de la infección crónica por HBV. La marmota se infecta de manera natural por el virus de la hepatitis de la marmota (WHV), el cual es muy similar al HBV. Ambos virus pertenecen a la familia hepadnaviridae compartan la misma organización genómica, mecanismo de replicación y expresión génica. La hepatitis crónica de la marmota se caracteriza por presentar una viremia muy elevada, niveles basales de ALT comparables a los de marmotas no infectadas y lesiones hepáticas similares a las humanas. La respuesta inmune del huésped juega un papel esencial en el control y en la patogenia de la infección por HBV. Aquellos pacientes que desarrollan una respuesta inmune primaria robusta multiespecífica y policlonal, se recuperan tras la infección aguda y eliminan el virus. Por el contrario, en aquellos pacientes con infección crónica, se observa una respuesta inmune primaria incompleta y su respuesta adaptativa es de baja intensidad o indetectable, lo cual deriva en una infección persistente, y que además es responsable del daño hepático continuado. Aunque todavía se desconocen las causas de las diferencias en la inmunidad adaptativa entre pacientes infectados crónicamente y los que consiguen eliminar la infección, se han observado ciertos factores que favorecen la progresión de la cronicidad como ciertas citoquinas anti-inflamatorias (TGF-β1, IL-10), o las células T reguladoras. Estudios recientes realizados por nuestro grupo mostraron que la transferencia génica al hígado de la IL-12 a marmotas crónicamente infectadas por el WHV mediante un adenovirus de alta capacidad, resultó en la resolución de la enfermedad en el 50% de los animales, únicamente en aquellos con una viremia basal menor de 1010 genomas virales/ml (Crettaz, Otano 2009). Sin embargo, en los animales con una viremia basal mayor de 1010 genomas virales/ml no detectamos ningún descenso significativo en la viremia. El análisis de expresión mediante PCRq del marcador de células T reguladoras FoxP3, los inhibidores de actividad (PD-1 y PDL-1) y las citoquinas inmunosupresoras (TGF-β1 e IL-10); mostró que se encontraban significativamente sobre expresados en el tejido hepático de las marmotas crónicamente infectadas por WHV con respecto a las marmotas sanas. Por ello, decidimos tratar a marmotas crónicamente infectadas por el WHV y de alta viremia con la inmuno estimulación con IL-12 en combinación con inhibidores de la actividad del TGF-β1, o depleción de las células Treg mediante administración de bajas dosis de ciclofosfamida. Nuestros resultados muestrancómo estas terapias llevan a la reactivación transitoria de los PBLs en cuanto a su estimulación con IL-12m, y en algunos casos se consigue romper la tolerancia frente a antígenos virales. Sin embargo, en ningún caso se consigue disminuir la carga viral. Además, aunque de forma transitoria reduzcamos el ambiente inmunosupresor del hígado, en todos los casos tras el tratamiento éste se ve aumentado. En estos momentos pensamos que para lograr un efecto antiviral debemos combinar la IL-12 con más de una estrategia que permita que las células efectoras activadas lleven a cabo su acción antiviral.