Mecanismos moleculares del efecto del factor de crecimiento similar a la insulina tipo i (igf-i) en la fibrosis hepática

  1. SANZ HERNÁNDEZ, SONIA
Zuzendaria:
  1. Carlos Manuel Rodríguez Ortigosa Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 2001(e)ko abendua-(a)k 22

Epaimahaia:
  1. Jesus M. Prieto Valtueña Presidentea
  2. María Jesús López Zabalza Idazkaria
  3. Jorge Augusto Quiroga Vilas Kidea
  4. José Antonio Solís Herruzo Kidea
  5. Inmaculada Castilla Cortázar Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 91989 DIALNET

Laburpena

La fibrosis hepática tiene lugar en respuesta a un daño tipo viral, obstructivo, metabólico ..., por el que las células hepáticas (CEH) experimentan un proceso denominado "activación", aumentando la expresión de actina de músculo liso tipo alfa (alfaSMA) así como de moléculas de matriz extracelular (MEC). El factor de crecimiento similar a la insulina tipo I (IGF-I) es secretado fundamentalmente por los hepatocitos, aunque sus acciones residen en otros tipos celulares, como CEH o células de Kupffer (CK). Estas células son capaces de producir citoquinas y quimioquinas (MIP-1alfa, TNFalfa, ...) que promueven la respuesta patológica del tejido. Se ha sugerido que el IGF-I puede contribuir al proceso de activación de las CEH, sin embargo, la administración de bajas dosis de esta hormona mejora la respuesta hepatocelular frente al daño. Con el objeto de evaluar el efecto de IGF-I en la fibrosis hepática, se llevó a cabo una administración oral de CCL4 en ratón wild-type (WT) y transgénico que hiperexpresa el gen de IGF-I dirigido por el promotor alfaSMA. La expresión del transgén mejoró la respuesta frente al daño (función hepática, necrosis, Bcl-xL), redujo el grado de activación de las CEH (alfaSMA), aceleró la regeneración hepática (BrdU) y moduló la expresión de genes relacionados con IGF-I (IGF-IR, IGFBP-1) y con el proceso inflamatorio y fibrogénico (Colágeno alfa1(I), Fibronectina, HGF, TGFbeta, TNFalfa, MIP-1alfa, IL-10). Los resultados del presente trabajo sugieren que el IGF-I es un factor capaz de mejorar la respuesta del tejido frente al daño, así como de disminuir la producción de MEC al reducir la expresión de TGFbeta1, y de modular la respuesta inflamatoria al regular la expresión de TNFalfa, MIP-1alfa e IL-10, por lo que debe considerarse como alternativa terapéutica en el daño hepático y la inflamación asociada al mismo.