Efecto de estreses ambientales del clima mediterraneo continental de navarra sobre el desarrollo y produccion de la cebada
- GARCIA SANTOS JOSE LUIS
- Manuel Sánchez Díaz Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Año de defensa: 1998
- José Luis Araus Ortega Presidente/a
- Carmen Antolín Bellver Secretaria
- José Luis Molina Cano Vocal
- Luis F. García del Moral Vocal
- Juan José Irigoyen Iparrea Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Temperatura baja, temperatura elevada y sequía son los principales estreses abióticos del clima mediterráneo continental. Se ha estudiado el efecto de estos estreses sobre el crecimiento y productividad de la cebada bajo tres aspectos: 1) Efecto de las heladas sobre el crecimiento vegetativo. La producción de biomasa fue el parámetro más sensible a las heladas. Las variedades con elevada tasa de crecimiento se recuperaron con rapidez, a pesar de sufrir más daños foliares que las variedades tardías. La presencia de la luz estimuló la tolerancia a la helada. 2) Efecto de la baja temperatura de crecimiento en el vigor vegetativo de cultivares de primavera. Se observaron fuertes variaciones según las condiciones ambientales. La baja temperatura redujo la expansión foliar y estimuló la relación raíz / parte aérea y el peso foliar específico. La prolongación durante el invierno de la fase vegetativa permitió alcanzar mayor biomasa y superficie verde en una siembra otoñal frente a una siembra de primavera. 3) Efecto de la humedad atmosférica en el llenado de plantas sometidas a temperatura elevada y sequía. Un elevado déficit de presión de vapor en la atmósfera (DPV) acentuó el déficit hídrico foliar, a pesar de lo cual la producción de grano y la biomasa fueron mayores que en condiciones de DPV bajo. Aunque la conductancia foliar fue mayor a bajo DPV, resultó insuficiente para reducir la temperatura del tejido. Por este motivo, en dichas condiciones, la senescencia fue más rápida, y fue este factor, y no la fotosíntesis por unidad de área, el que determinó una tasa de llenado reducida. La mayor temperatura foliar también influyó en la fertilidad, disminuyendo el número de granos.