La urticaria y el angioedema

  1. Marta Ferrer Puga 1
  1. 1 Departamento de Alergología de la Clínica Universitaria de Navarra, Pamplona. Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra
Libro:
El libro de las enfermedades alérgicas
  1. José Manuel Zubeldia Ortuño (ed. lit.)
  2. María Luisa Baeza Ochoa de Ocáriz (ed. lit.)
  3. Tomás Chivato Pérez (ed. lit.)
  4. Ignacio Jauregui Presa (ed. lit.)
  5. Carlos Jesús Senent Sánchez (ed. lit.)

Editorial: Fundación BBVA

ISBN: 978-84-92937-83-7

Año de publicación: 2021

Páginas: 183-192

Tipo: Capítulo de Libro

Resumen

La urticaria puede tener muchas formas clínicas. La más común es la denominada urticaria aguda, que consiste en la aparición repentina de habones (ronchas) generalizados, y que desaparecen en menos de seis semanas. Existe un tipo de urticarias desencadenadas por estímulos físicos como rascado, presión, exposición al sol, ejercicio físico o contacto con el frío. La urticaria crónica consiste en la aparición diaria o casi diaria de habones generalizados, sin causa externa, de la que se desconoce el desencadenante, aunque existen tratamientos para controlarla. En la urticaria vasculitis existe además una afectación inflamatoria de los vasos sanguíneos de la piel denominada vasculitis. El angioedema consiste en la hinchazón de partes laxas de la piel. Puede aparecer asociado a urticaria si esta es muy intensa. También existe el angioedema sin urticaria, que puede ser inducido por histamina, o bien por bradicinina. Según el mediador implicado, existen tratamientos específicos. Por este motivo es importante realizar un buen diagnóstico. El angioedema hereditario es una enfermedad congénita que cursa con episodios graves de hinchazón de garganta, lengua, glotis, y que produce cuadros de dificultad respiratoria e incapacidad para tragar que si no se tratan pueden provocar la muerte por asfixia. Es esencial establecer el diagnóstico porque hay tratamientos que previenen las crisis o tratan los episodios agudos.