Trastornos del movimiento (IV):Otros trastornos del movimiento (temblor, mioclonías, tics, síndrome de piernas inquietas)
- Alonso Navarro, Hortensia
- Jiménez Jiménez, Félix Javier
- Luquin Piudo, María Rosario
- Burguera Hernández, Juan Andrés
ISSN: 0304-5412
Año de publicación: 2007
Título del ejemplar: Enfermedades del sistema nervioso (V)
Serie: 9
Número: 74
Páginas: 4753-4763
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Medicine: Programa de Formación Médica Continuada Acreditado
Resumen
Temblor esencial: Prototipo de temblor postural, trastorno del movimiento más frecuente, casi siempre familiar. Suele afectar a miembros superiores, más raramente cabeza, voz y otras localizaciones. Los tratamientos médicos más eficaces son propranolol y primidona. Mioclonías: Movimientos rápidos y breves de agonista-antagonista causados por contracción (positivas) o inhibición de tono muscular (negativas o asterixis). Pueden ser reflejas a estímulos. Se tratan con fármacos como valproico, clonazepam, piracetam, levetirazetam o 5-hidroxitriptófano según las causas. Espasmo hemifacial: Movimientos involuntarios simultáneos casi siempre clónicos de musculatura de una hemicara, relacionados con irritación de nervio facial. Suele ser idiopático. El tratamiento de elección es la toxina botulínica y en casos severos descomprensión del nervio facial. Tics: La causa más frecuente es el síndrome de Tourette con todas sus variantes, de herencia autosómica dominante. Los tics (tratamiento de elección: neurolépticos) suelen coexistir con trastorno obsesivo-compulsivo (tratamiento con inhibidores de recaptación de serotonina) y déficit de atención-hiperactividad (tratamiento con psicoestimulantes). Síndrome de piernas inquietas: Síndrome neurológico sensitivomotor caracterizado por urgencia para mover las piernas y/o brazos acompañada de paretesias-disestesias en los miembros afectados que mejora con el movimiento y reaparece con el reposo. Con frecuencia es idiopático y familiar, aunque hay formas secundarias (sobre todo a déficit de hierro, insuficiencia renal y neuropatía periférica). Los tratamientos y los opiáceos son tratamiento de segunda línea.