Diamantes en serieel mejor cine se pasa a la televisión
ISSN: 0029-5795
Año de publicación: 2008
Número: 651
Páginas: 20-35
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Nuestro tiempo
Resumen
Fue un acontecimiento extraordinario: doce millones de almas, sentadas en su sofá, persiguiendo un final. El final. Tras 86 capítulos y 4.300 minutos, la familia Soprano se reúne en un diner de Nueva Jersey. Comen aros de cebolla mientras, irónicamente, suena el �Don�t Stop Believing� de Journey. La familia que cena unida� Con un ritmo inquietante, flemático, la cámara se detiene en los rostros que pueblan el restaurante. Y la antesala trágica de un coche que no logra aparcar y un personaje misterioso que entra al baño y� ¡¡zas!! Un fundido a negro de 10 segundos y cortante silencio. No va más. Fue la despedida a un �nuevo concepto de familia�, el adiós a los entresijos de una mafia ultraviolenta y en crisis, aclamada por la crítica y adorada por el público culto. Los Soprano ha sido una serie, pero también un síntoma. Una prueba de que el mejor cine se hace en televisión. Hay talento y excelencia, novedad y riesgo. Hondura. Ritmo. Y ese difícil equilibrio serial entre originalidad y repetición. Con la ficción anglosajona actual, el espectador puede sentirse tratado como un ser inteligente, con buen gusto y vocación por las historias bien contadas.