La mente en la naturalezael problema de la finalidad de lo inconsciente

  1. Echarte Alonso, Luis Enrique
Revista:
Anuario filosófico

ISSN: 0066-5215

Año de publicación: 2008

Título del ejemplar: Vida, organismo y subjetividad en la antropología del siglo XX

Volumen: 41

Número: 92

Páginas: 383-414

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Anuario filosófico

Referencias bibliográficas

  • ARISTÓTELES, Metafísica, VII, 7, 1028a-1041b, edición trilingüe, Gredos, Madrid, 1997.
  • N. HARTMANN, El pensar teleológico. Ontología V, Fondo de Cultura Económica, México, 1986, p. 57.
  • "Por lo tanto, si las cosas producidas por el arte están hechas con vistas a un fin, es evidente que también lo están las producidas por la naturaleza; pues lo anterior se encuentra referido a lo que es posterior tanto en las cosas artificiales como en las cosas naturales", Aristóteles, Física, 2, VIII, 199a, 13-20, Gredos, Madrid, 1995.
  • N. HARTMANN, Ethik, Gruyter, Berlin, 1962, p. 187.
  • D. C. DENNETT, Consciousness explained, Little, Brown & Company, Boston, 1991, pp. 106-113.
  • Cfr. P. M. CHURCHLAND, "Eliminative materialism and propositional attitudes", Journal of Philosophy, vol. 78, 1981, pp. 67-90.
  • Cfr. S. P. STICH, From folk psychology to cognitive science: the case against belief MIT Press, Cambridge, MA, 1983.
  • D. C. DENNETT, La actitud intencional, Gedisa, Barcelona, 1991, p. 19.
  • Cfr. W. WALLACH, Beyond IA: Creating the consciousness of the machine, Prometheus Books, New York, 2007.
  • N. HARTMANN, El pensar teleológico, pp. 74-80.
  • N. HARTMANN, Ontología IV. Filosofía de la naturaleza. Teoría especial de las categorías. Categorías dimensionales, categorías cosmológicas, Fondo de Cultura Económica, México, 1960, pp. 436-439.
  • Por ejemplo, Haeckel niega la existencia de conciencia en el mundo inorgánico: "I conceive the elementary psychic qualities of sensation and will, which may be attributed to atoms, to be unconscious", E. HAECKEL, The Riddle of the Universe at the Close of the Nineteenth Century, Watts & Co., London, 1934, p. 146.
  • Cfr. E. HAECKEL, Los enigmas del universo, Sempere, Valencia, 1910.
  • A. LLANO, El enigma de la representación, Sintesis, Madrid, 1999, pp. 193-194.
  • G. E. M. ANSCOMBE, Intención, Paidós, Barcelona, 1991, pp. 51-52.
  • N. HARTMATMN, Elpensar teleológico, p. 88.
  • A. KENNY, Metafísica de la mente, Paidós, Barcelona, 2000, p. 73.
  • A. MACINTYRE, Animales racionales y dependientes. Por que los seres humanos necesitamos de virtudes, Paidós Ibérica, Barcelona, 2001, pp. 82 y 74.
  • TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae I, q. 81, a. 3, c.
  • P. TEILHARD DE CHARDIN, The phenomenon of man, Collins, London, 1959, p. 30.
  • La falacia del razonamiento es evidente. Si fuese correcta, critica Kenny, "podríamos argumentar de la siguiente manera: algunos hombres son altos; por tanto, todos los hombres son altos". A. KENNY, El legado de Wittgenstein, Siglo XXI Editores, México, 1990, p. 167.
  • A. KENNY, El legado de Wittgenstein, p. 170.
  • TOMÁS DE AQUINO, Summa Theologiae I, q. 77, a. 8.
  • El tema de la apertura intencional en las realidades inteligentes lo trato con mayor profundidad en mi artículo "Inteligencia e intencionalidad", Scripta Theologica, 39/2, (2007), pp. 637-665.
  • L. WITTGENSTEIN, Investigaciones filosóficas, Crítica, Instituto de Investigaciones Filosóficas UNAM, Barcelona, 1988, p. 383 (§ 622).
  • J. R. SEARLE, Intentionality, Cambridge University Press, Cambridge, 1983, p. 107.
  • Esta teoría de la acción es aún más sugerente a la luz de algunas observaciones empíricas en el ámbito neuropsicológico. No da tiempo a desarrollar esta cuestión aquí, aunque al menos deseo mencionar los experimentos realizados por Marc Jeannerod sobre las correlaciones entre una alteración en la capacidad del cerebro para construir "imágenes motoras" a partir de los movimientos de un agente o incluso en estructuras motoras básicas, con disfunciones en la habilidad para diseñar planes. Compárense los siguiente dos trabajos, cfr. M. JEANNEROD and V. FRAK, "Mental imaging of motor activity in humans", Current Opinion in Neurobiology, 9 (1999), pp. 735-739.
  • Cfr. M. JEANNEROD, "A theory of representation-driven actions", en Neisser U. (ed.), The perceived self: ecological and interpersonal sources of self-knowledge, Cambridge University Press, Cambridge, 1994.
  • Tal como denuncia David Hume, ninguna observación u experimento puede probar la existencia de relaciones necesarias de causa-efecto. "Cuando miramos los objetos externos en torno nuestro y examinamos el modo de operar de las causas, nunca podemos descubrir "poder" o "conexión necesaria alguna", nada que [...] haga del efecto una consecuencia indefectible de la causa. Sólo encontramos que, de hecho, el uno sigue realmente a la otra. Al impulso de una bola de billar sigue el movimiento de la segunda: esto es cuanto se aparece a los sentidos externos" (D. HUME, Investigación sobre el conocimiento humano, capítulo 7, parte, 2.3).
  • ARISTOTELES, Física, II, 8, 199a, 1-5.
  • Aquí cobra especial valor el concepto de verosimilitud en el sentido dado por Aristóteles, "una proposición plausible: en efecto, lo que se sabe que la mayoría de las veces ocurre así o no ocurre así, o es o no es, eso es verosímil, por ejemplo: detestar a los envidiosos o tener afecto a los amados" (ARISTÓTELES, Tratado de lógica II, 70a 10-11).
  • Es decir, un tipo de conocimiento dialéctico basado en razonamientos probables que tiene como objetivo "encontrar un método a partir del cual podamos razonar sobre todo problema que se nos proponga, a partir de cosas plausibles" (ARISTÓTELES, Tratado de lógica I, 100a, 20).