Factores modificables, individuales y familiares, asociados con la calidad de la dieta y el riesgo de obesidad en la infancia

  1. García-Blanco, Lorena
Zuzendaria:
  1. Nerea Martín Calvo Zuzendaria
  2. Miguel Ángel Martínez González Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 2022(e)ko abendua-(a)k 14

Epaimahaia:
  1. Josep Antoni Tur Marí Presidentea
  2. Estefanía Toledo Atucha Idazkaria
  3. Idoia Labayen Goñi Kidea
  4. Laura Moreno Galarraga Kidea
  5. María Rosaura Leis Trabazo Kidea
Saila:
  1. (FM) Medicina Preventiva y Salud Pública

Mota: Tesia

Teseo: 785854 DIALNET lock_openDadun editor

Laburpena

Alimentación y nutrición no son conceptos sinónimos, pero están íntimamente relacionados entre sí. La alimentación es una acción voluntaria y, por tanto, educable. En cambio, la nutrición, es un proceso fisiológico e involuntario que realiza el organismo tras haberse alimentado. En este contexto, el término dieta se usa para referirse a la composición, frecuencia y cantidad de comida y bebidas que voluntariamente ingieren los seres humanos y conforman los hábitos o comportamientos alimentarios (1). La dieta presenta grandes variaciones históricas y geográficas de acuerdo con factores culturales, individuales, ambientales, económicos, familiares, de disponibilidad de alimentos y otros. Y se considera equilibrada si aporta los nutrientes y energía en cantidades tales que permiten mantener las funciones del organismo en un contexto de salud física y mental (2). El equilibrio dietético es particular de cada individuo y se adapta a su sexo, edad, peso y estado de salud. No obstante, existen diversos factores (geográficos, sociales, económicos, patológicos, etc.) que influyen en el equilibrio de la dieta. Los hábitos dietéticos conforman el patrón de alimentación que una persona sigue a diario. Y están claramente influenciados por las preferencias alimentarias, el estado de salud, el nivel económico y la influencia tanto familiar como cultural (1).