La formación del concepto de estilo Jesuítico-Guaraní de la provincia del Paraguay. Historiografía artística, coleccionismo y exposiciones

  1. Delgado Garcia, Antonio
Dirigida por:
  1. Francisco Crosas López Director/a
  2. Jaime Moraleda Moraleda Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 13 de diciembre de 2022

Tribunal:
  1. Ramón Sánchez González Presidente/a
  2. Carmen Pinillos Salvador Secretaria
  3. Marcin Kazmierczak Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La presente disertación doctoral desde el campo de la Historia y la Teoría del Arte, La formación del concepto de estilo jesuítico-guaraní de la Provincia del Paraguay. Historiografía artística, coleccionismo, exposiciones, se estructura en seis capítulos. En el Capítulo I de introducción a las Misiones del Paraguay y a la Historia y la Teoría del Arte, hacemos un aterriza al contexto y la realidad de las Misiones Jesuítico-Guaraníes en su época, lo que nos permite entrar de lleno en un amplio bagaje conceptual y especializado sobre el objeto mismo de estudio de la tesis, focalizado en los problemas y características de las obras de arte visuales producidas con forma figurativa en las Misiones de Guaraníes. Va seguido de una unión con el enfoque de la Historia y la Teoría del arte que aplicaremos al objeto de estudio de las Misiones Jesuítico-Guaraníes; en la manera en como podemos interpretar y dotar de valor las manifestaciones y fenómenos desarrollados sobre los mismos, desde el triple origen de la disciplina histórico-artística que usaremos como medio de asemejar el lento proceso de construcción del objeto de estudio de la Historia del Arte de las Misiones Jesuitas de Guaraníes en el concepto de estilo de esas manifestaciones artísticas. Como veremos en el Capítulo II de Historiografía, haremos un recorrido historiográfico-artístico sobre las Misiones Jesuítico-Guaraníes, el cual responde enteramente a la consideración que desde los muy diversos enfoques, épocas, y estudios que van desde los religiosos, los especializados y los regionales ha habido por parte de escritores e historiadores. Un largo proceso donde se ha venido dando a lo largo del tiempo la construcción de ese extenso y singularizado campo de conocimiento. Se inicia con los primeros estudios y noticias que se tienen, de época primaria, realizados en vida de las Misiones por testigos excepcionales como fueron los muy diversos Padres Jesuitas con la visión de su tiempo. Para ir hacia una formación historiográfica de escuelas y enfoques diversos, que van desde lo antropológico, lo histórico, y lo propiamente histórico-artístico. Se muestra este capítulo como una confluencia y suma de esfuerzos colectivos entre diversos autores, de muy diferentes épocas, escuelas y temáticas, que se han preocupado por ofrecer una claridad sobre determinados problemas cada vez más analizados por enfoques, postulados y puntos de partida muy diferentes, a la par que enriquecedores. Siendo este un proceso que permite arrojar una luz prismática sobre el objeto de estudio de las Misiones, e ir centrando ese foco de atención hacia las manifestaciones y producciones artísticas que nos interesan; para ya desarrollarlo plenamente en el siguiente capítulo, concretándolo hacia la idea de estilo de esas manifestaciones artísticas. El Capítulo III trata específicamente sobre la formación del concepto de estilo, aquí se responderá a consideraciones teóricas como las que se ocupa la Teoría del Arte, pero de vital importancia si queremos hablar y construir, mediante una terminología específica, una Historia del Arte al uso. Al tratar el eterno problema del estilo o los estilos, subestilos, tendencias, megatendencias, modas, gusto, etc. con los que suele emparentarse. El concepto de estilo de una época y forma de ser, no solo se manifiesta con originalidad en el suelo original donde surja esa tendencia, la barroca por ejemplo en territorio europeo occidental, sino igualmente en las más diversidades del continente americano. En esta revalorización de los diversos barrocos existentes, se encuentra el americano como uno más, y dentro de él, el propio estilo barroco jesuítico- guaraní como concepto que ha ido tardando en fraguarse a lo largo de diversas conceptualizaciones, denominaciones y adjetivaciones, por historiadores, estudiosos y conocedores de esas manifestaciones artísticas de las Misiones Jesuítica de Guaraníes. Los estudios y tendencias que tratan de analizar esa formación y evolución de un estilo propio, lo harán desde diversos ángulos o prismas de enfoque: el estudio de la continuidad o innovación propias de ese proceso; el análisis de los componentes bien jesuitas como guaraníes y cuál de los dos viene marcando un mayor protagonismo o peso dentro del proceso; o desde los más diversos análisis iconográficos, temáticos y materiales, en función del tratamiento iconográfico, su interpretación iconológica en base a textos antropológicos y/o históricos –siendo esta última bien como apoyo de la anterior, o como método propio que necesita en su discurso del uso de un concepto estilístico que acuña en función del uso del peso dado a unos textos u otros-, o de la presencia de elementos materiales propios del lugar y la cultura, así como de una casuística que puede ir creciendo según el aparato crítico conformado y los enfoques multidisciplinares que se le aplique al objeto de estudio. Así el Capítulo IV se trata sobre la revalorización a través de las Exposiciones y Catálogos, atendiendo a las exposiciones de carácter temporal, nacionales dentro de los países donde ese legado es histórico, e internacional para externalizar su conocimiento. Las cuales van unidas a la producción científico-técnica de sus respectivos catálogos. Con ello hemos podido comprender el proceso de revalorización y toma de conciencia en la opinión pública del valor histórico, cultural y artístico, de los objetos y de la cultura material legada de los pueblos misioneros, seleccionando las que son puramente manifestaciones artísticas. Aquí confluyen la mirada intelectual del estudioso con la mirada del ojo experto del coleccionista, anticuario, amateur, o curador de la muestra. Ambas miradas ofrecen una visión estereoscópica de conjunto que se complementa, y que en su exposición discursiva vienen a consagrar el uso de un término estilístico u otro. Y al plasmar ese uso del concepto de estilo empleado en los textos y las fichas de los catálogos, lo hacen como un rico y variado elemento más que permite así incrementar la literatura científica sobre el tema, y servir de guía a futuras ordenaciones y organizaciones discursivas de las colecciones y museos, y a poder seguir hablando del tema con un lenguaje que crece, y que está vivo a lo largo del tiempo, como la viveza el mismo idioma. Igual ocurre con el Capítulo V sobre la preservación del arte Jesuítico- Guaraní en Museos y Colecciones, donde desde la atención puesta en las exposiciones de carácter permanente cristalizadas en forma de museos abiertos al público; así como en la vertiente del coleccionismo privado que muchas veces gracias a la creación de Fundaciones y a la colaboración mediante alianzas público-privadas permiten musealizar los fondos y abrirlo de manera permanente al público y sociedad en general. Estos espacios, sagrados para la Historia del Arte, vienen a servir de laboratorios donde ir y comprobar el ensayo de las teorías elaboradas. Los numerosos templos e iglesias que contienen obras aún en su función original reservada al culto y la adoración no entran dentro de este estudio, debido a que conservan la originalidad y pristinicidad que las hacen conservar su uso y función de épocas; sin embargo son igualmente susceptibles de serles aplicados los términos de estudio, estilo, para hablar de ellas. Como corolario llegamos al Capítulo VI o epílogo y colofón, donde exponemos de manera resumida las principales ideas y conclusiones habidas a lo largo de la investigación y el recorrido historiográfico-artístico de estos capítulos. Conclusiones que se dejan ver en cada capítulo dentro de su marco contextual donde se han ido creando. Tanto en la revalorización como en la preservación de las mismas manifestaciones artísticas, ha habido una evolución lógica en su lento pero ininterrumpido proceso de apreciación y consideración del arte que aquí optamos por llamar jesuítico-guaraní, como un estilo propio con valor y peso histórico-artístico dentro de la Historia del Arte, del Arte Barroco, y del Arte Iberoamericano. Un proceso en el que se ha legitimado el uso correcto de un concepto y categoría clave diferenciando en sus ingredientes estilogénicos y en su visión de conjunto unitaria, para diferenciarlo del resto de producciones de la época, del contexto regional sudamericano y de actores o situaciones similares de contacto de culturas externas evangelizadoras cristianas y culturas autóctonas indígenas en zonas y tiempos de frontera.