Actualizaciones en el tratamiento farmacológico de la obesidad

Resumen

La base en la que se sustenta el tratamiento de la obesidad descansa sobre los procedimientos encaminados a desequilibrar la ecuación de balance energético a favor del consumo calórico. El tratamiento farmacológico se dirige a favorecer la reducción en la ingesta calórica o a estimular la producción calórica. Dependiendo de su mecanismo de acción los fármacos que se emplean en el tratamiento de la obesidad pueden dividirse en inhibidores del apetito, bloqueadores de la absorción/digestión de alimentos y estimuladores de la termogénesis. Entre los inhibidores del apetito, además de los fármacos de acción adrenérgica como los de tipo anfetamínico que se encuentran proscritos por su efecto adictivo, destacan los agonistas serotoninérgicos como dexfenfluramina (retirada en 1997) y fluoxetina. La comercialización de la sibutramina, un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina con efecto inhibidor del apetito y estimulador de la termogénesis, ha aportado nuevas perspectivas en este campo. Entre los fármacos inhibidores de la absorción merece mención el orlistat que bloquea la absorción de hasta el 30% de grasa ingerida sin ocasionar efectos secundarios de trascendencia. En el terreno de los fármacos termogénicos se encuentra al asociación efedrina-cafeína, y los agonistas beta-3 adrenérgicos, que se encuentran aún en el campo de la investigación. La exenatida, un incretinmimético dirigido al tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2 obesos posee efecto inhibidor del apetito, y efecto reductor de peso, ampliando el panorama terapéutico. Existen una larga lista de perspectivas entre las que figuran la tesofensina y agonistas y antagonistas de péptidos saciantes y orexiantes respectivamente que muestran un futuro esperanzador para el tratamiento de la pandemia de la obesidad.