Efecto de una intervención intensiva basada en el consumo de dieta mediterránea hipocalórica en la sostenibilidad ambiental

  1. Álvarez Álvarez, L.
Dirigida por:
  1. Vicente Martín Sánchez Director/a
  2. María del Camino García Fernández Director/a
  3. Facundo Ezequiel Vitelli Storelli Director/a

Universidad de defensa: Universidad de León

Fecha de defensa: 05 de junio de 2024

Tribunal:
  1. Estefanía Toledo Atucha Presidenta
  2. Tania Fernández Villa Secretario/a
  3. Jorge Arias de la Torre Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción El cambio climático es uno de los grandes problemas del siglo XXI y cada vez son más las estrategias encaminadas a reducir el impacto del ser humano sobre el planeta. En este sentido, la dieta desempeña un papel clave, ya que los sistemas alimentarios se consideran responsables de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), del uso del 60% del agua dulce y de la utilización de cerca de la mitad de la superficie libre de hielo del planeta. Dado que no todos los alimentos tienen el mismo impacto ambiental, la elección de los diferentes patrones dietéticos se vuelve fundamental para promover un sistema alimentario más sostenible, ya que el tipo de dieta influye sobre la calidad y cantidad de las ingestas, condicionando la huella ambiental individual que se genera. Los estudios actuales coinciden en que los patrones alimentarios con menos alimentos de origen animal y más de origen vegetal, además de ser más saludables, tienen un menor impacto ambiental. Uno de los patrones dietéticos que reúne estas características es la Dieta Mediterránea (MedDiet), caracterizada por un elevado consumo de productos vegetales y un consumo bajo-moderado de carne, aves y productos lácteos. Este patrón dietético está reconocido por sus importantes beneficios para la salud cardiovascular y la prevención de enfermedades crónicas. Además, dado que reduce la ingesta de productos animales y fomenta la biodiversidad, se espera que este modelo dietético beneficie a la sostenibilidad medioambiental. Por ello, el objetivo principal de la presente tesis doctoral es valorar el efecto sobre la sostenibilidad ambiental de una intervención intensiva basada en la promoción de una Dieta Mediterránea hipocalórica. Metodología Se utilizó la información de 5800 participantes del estudio PREDIMED-Plus y de 1554 participantes de la cohorte EPITeen sobre hábitos alimentarios y estilos de vida. La ingesta de alimentos se estimó mediante cuestionarios semicuantitativos de frecuencia de consumo de alimentos validados en población española y portuguesa, y la adherencia a la MedDiet mediante el índice Dietary Score que se clasificó por terciles. A partir de las tablas de la Comisión EAT-Lancet se evaluó la influencia de la ingesta alimentaria en el impacto medioambiental medido a través de cinco indicadores: GEI, acidificación y eutrofización potencial, uso del suelo y energía utilizada. La asociación entre la adherencia a la MedDiet y su impacto ambiental, así como la asociación entre la intervención y los cambios en cada uno de los factores ambientales se calculó mediante modelos de regresión lineal multivariante ajustados. Además, se realizaron análisis de mediación para estimar en qué medida los cambios en cada uno de los 2 componentes de la intervención, la adherencia a la MedDiet o la reducción calórica, eran responsables de las reducciones observadas en el impacto ambiental. Resultados En el marco del estudio PREDIMED-Plus, una mayor adherencia a la MedDiet (alta vs. baja) se asoció significativamente con un menor impacto ambiental en los cinco términos estudiados tanto al inicio del estudio (GEI (4895,8 vs. 5133,2 g/CO2-eq), uso del suelo (8,9 vs. 10,6 m2), uso de energía (8763,3 vs. 9682,3 kJ), acidificación potencial (59,0 vs. 69,8 g SO2-eq) y eutrofización (22,6 vs. 26,1 g PO4-eq)) como un año después de permanecer en el estudio ((GEI (4513,7 vs. 4776,0 g/CO2-eq), uso del suelo (6,8 vs. 8,4 m2), uso de energía (8004,9 vs. 8817,5 kJ), acidificación potencial (47,9 vs. 58,1 g SO2-eq) y eutrofización (18,1 vs. 21,5 g PO4-eq)). Los productos cárnicos tuvieron el mayor impacto ambiental en todos los factores analizados, aunque su consumo se redujo tras un año de intervención, provocando una reducción de un 6,5% en la emisión de GEI, 4,9% en el uso de energía, 3% en la acidificación, 3,6% en la eutrofización y 3,1% en el uso del suelo. Además, en el grupo de intervención (GI) y tras un año de permanencia en el estudio, observamos una reducción significativa de los niveles de acidificación (-13,3 vs. a -9,9 g SO2-eq), eutrofización (-5,4 vs. -4,0 g PO4-eq) y uso del suelo (-2,7 vs. -1,8 m2). En cuanto a las emisiones de GEI y el uso de energía, aunque se observó una mayor reducción en el GI, no se alcanzó significación estadística (-377,7 vs. -345,1 g CO2-eq; y -899,7 vs. -787,9 kJ respectivamente). La adherencia a la MedDiet medió parcialmente la asociación entre la intervención y la reducción de la acidificación en un 15%, la eutrofización en un 10% y el uso del suelo en un 10%. La reducción calórica medió parcialmente la asociación con los mismos factores en un 55%, 51% y 38% respectivamente. Además, la adherencia a la MedDiet medió totalmente en la asociación entre la intervención y la reducción de las emisiones de GEI en un 56% y del uso de energía en un 53%. En el marco del estudio EPITeen, la mayor adherencia (alta vs. baja) a la MedDiet se asoció a un menor impacto ambiental en términos de uso del suelo (7,8 vs. 8,5 m2, p =0,002), acidificación potencial (57,8 vs. 62,4 g SO2-eq, p =0,001) y eutrofización (21,7 frente a 23,5 g PO4-eq, p <0,001). El uso de energía disminuyó solo en el modelo ajustado por la ingesta de calorías (9689,5 vs. 10265,9 kcal, p <0,001), y las emisiones de GEI únicamente se redujeron en un modelo complementario en el que se eliminó el consumo del pescado (3035,3 vs. 3281,2 g CO2-eq, p <0.001). En este estudio, también los productos cárnicos fueron los alimentos con mayor impacto ambiental para los cinco factores ambientales analizados, contribuyendo a un 35,7% del total de emisiones de GEI, 60,9% en uso de energía, 72,8% en uso del suelo, 70% en acidificación y 61,8% en eutrofización. Conclusiones En población adulta española, los participantes con una mayor adherencia a la MedDiet, al año de permanencia en el programa, redujeron su impacto medioambiental de forma significativa en términos de emisiones de GEI, acidificación y eutrofización potencial, uso del suelo y energía utilizada. Tras un año de intervención nutricional intensiva con promoción de una MedDiet reducida en energía, los participantes del GI redujeron en mayor medida los cinco indicadores analizados, haciéndolo de forma significativa en acidificación, eutrofización y uso del suelo. Esta mejora en el impacto ambiental estuvo mediada parcialmente por el aumento de la adherencia a MedDiet y la reducción calórica en la dieta de los participantes. En población joven portuguesa, una mayor adherencia a la MedDiet se asoció con un menor impacto ambiental en términos de acidificación, eutrofización y uso del suelo, e incluso menores emisiones de GEI y menor uso de energía dependiendo del modelo de ajuste utilizado. En ambos casos, los productos cárnicos fueron los que tuvieron más peso en términos de impacto ambiental en los cinco factores analizados, por lo que se espera que las dietas bajas en estos productos sean más sostenibles ambientalmente.