El concepto de independencia en los códigos de gobierno corporativo del G20: Un análisis y una propuesta

Laburpena

La constante evolución del Gobierno Corporativo ha sido el resultado de la necesaria adaptación a las sucesivas fuerzas que afectan al mundo empresarial, y como respuesta a diversos escándalos y crisis que han sazonado y siguen sazonando la historia económica, de ahí que se considere que la historia del Gobierno Corporativo es también una historia de crisis y escándalos. Aunque pocas cuestiones son unánimes en materia de Gobierno Corporativo, existe cierto consenso sobre la necesidad de dotar de independencia al Consejo de Administración y por ello en las últimas décadas, los consejeros independientes han ido adquiriendo más peso en los consejos de administración para aportar un juicio independiente, garantizado por un desinterés financiero y social. En la práctica, existe un enfoque negativo de la independencia concretado en una prolija relación de criterios que identifican los posibles conflictos de interés que pudieran darse y que debieran descalificar a un potencial candidato para ser considerado independiente. Por un lado, este enfoque contrasta con los llamamientos de las organizaciones internacionales a centrarse en los aspectos positivos y con el concepto de independencia que varios estudios teóricos asocian con la integridad, la libertad, la autonomía y la ausencia de dependencia. Existe una gran heterogeneidad en la definición y los requisitos de independencia para estos consejeros, lo que plantea dudas sobre cuál es el verdadero papel de los independientes y hasta qué punto estos consejeros están en condiciones de poderlo desempeñar. Y, por otro lado, la hegemonía de la función de control asignada al consejero independiente no captura todo el valor de este, al renunciar a su función de servicio íntimamente relacionada con la sostenibilidad. El desarrollo sostenible ha modificado las responsabilidades atribuidas a los consejeros, tal y como reclaman las organizaciones internacionales y la sociedad en general. Los consejeros independientes pueden ser el motor de la sostenibilidad en el gobierno corporativo por su capacidad relacional con los diversos grupos de interés, siendo capaces de unir en el consejo de administración los objetivos sociales y medioambientales con los económicos e integrando a las partes interesadas financieras con los demás grupos de interés. Este trabajo pretende responder a estos retos y, para ello, se realiza un estudio comparativo del concepto de independencia y sus implicaciones prácticas en los códigos de gobierno corporativo de los países del G20. A su vez exploramos cómo la sostenibilidad ha redefinido el papel de los consejeros independientes, y ofrecemos siete directrices específicas para modelar su perfil con el fin de promover la sostenibilidad.