Tradición y modernidad: vulnerabilidad sísmica en ciudad de Guatemala. Aplicación a escenarios de riesgo sísmico en la Zona 10
- José Manuel Cabrero Ballarín Director
- María Belén Benito Oterino Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 29 de septiembre de 2023
Tipo: Tesis
Resumen
La presencia de los terremotos en la historia de Guatemala conforma un bagaje de las tradiciones del país. Desde los paseos por la Antigua Guatemala destruida por los terremotos del siglo XVIII hasta las piezas musicales en marimba como “Noche de luna entre ruinas” que relata la tragedia de la ciudad de Quetzaltenango en 1902 o el poema del premio nobel de literatura Miguel Ángel Asturias “Mi ciudad”. El estudio de la vulnerabilidad sísmica y de su consecuente riesgo, tiene relación con el antes, durante y después de un terremoto. Los factores que están involucrados para el cálculo del riesgo sísmico de una ciudad son: la amenaza, la exposición y la vulnerabilidad. Clasificar las ciudades y edificios por tipo de comportamiento sísmico o tipo de vulnerabilidad sísmica es una de las tareas más importantes del estudio de riesgo sísmico. Las primeras propuestas a nivel mundial fueron elaboradas en la EMS 98. El riesgo sísmico se refiere, específicamente, al grado de pérdidas esperadas como consecuencia de futuros terremotos en la región de estudio. El primer paso es la definición de la amenaza sísmica. La sismicidad en Guatemala está condicionada por tres placas tectónicas que confluyen en el país: La Placa de Norte América, la Placa de Cocos y la Placa del Caribe. Los principales estudios de amenaza en Guatemala han sido el proyecto RESIS II, entre otros. La sismicidad que puede afectar a la Ciudad de Guatemala se puede catalogar en tres tipo, dependiendo de su origen: a una falla normal próxima a la ciudad, a la falla transformante del Motagua, y finalmente una sismicidad asociada a la fosa de subducción en las costas del Pacífico. El segundo paso para el estudio detallado de la vulnerabilidad y riesgo es la caracterización de los elementos expuestos a la amenaza. Actualmente en Guatemala no existen estos tipos de estudio debido a su alto coste de tiempo y de recursos para desarrollar modelos detallados. El desconocimiento del posible escenario catastrófico dificulta la prevención de desastres. La vulnerabilidad sísmica en Centro América ha sido objeto de estudio principalmente por el programa GEM, aunque también diversos autores han trabajado en los distintos países de la región y por la agencia USAID. Y por último el riesgo sísmico se define en función de la probabilidad de pérdidas de un elemento o conjunto de elementos como consecuencia de un desastre natural sísmico. El termino riesgo se refiere directamente a las perdidas esperadas a causa de una amenaza determinada en un elemento concreto, durante un periodo específico de espacio temporal. Según la manera en que se defina el elemento particular, el riesgo puede medirse según la pérdida que representa: económica y/o social. Para el desarrollo de la Tesis Doctoral se desarrolló una base de datos con la información necesaria de las edificaciones para el cálculo de la vulnerabilidad y el riesgo sísmico. Se utilizó como muestra la Zona 10 de la Ciudad de Guatemala, teniendo en consideración diferentes observaciones para definir el mejor caso de estudio. Los resultados de la exposición sísmica se explican con más detalle en la publicación científica generada a lo largo del desarrollo de la tesis. Los resultados en el estudio de la exposición de la Zona 10 arrojaron información muy valiosa. Además, se ha comprobado la ausencia científica de estudios directamente relacionados con las capacidades estructurales de las tipologías más comunes en Guatemala. Al mismo tiempo, el análisis de los modificadores de la vulnerabilidad en edificaciones demuestra una alta incidencia y por tanto un aumento de su vulnerabilidad. En el análisis del riesgo sísmico para la Zona 10 se logra comprobar que los daños esperados para los terremotos básico (475 años de retorno) y severo (975 años de retorno) según la normativa de AGIES son porcentualmente similares al terremoto de 1976.